Mayor rendimiento exigido por bancos  obligó a alza de tasas para el público

Mayor rendimiento exigido por bancos  obligó a alza de tasas para el público

El Banco Central de la República Dominicana anunció hoy su decisión de incrementar, con efecto inmediato, la tasa de interés que le paga al CD que vende a los inversionistas individuales. Los instrumentos, que están fuera del alcance de las instituciones financieras y tienen maduración que van de 30 días a 24 meses, ahora pagarán tasas que van de 12% (para el papel a un mes) hasta 21% (para el papel a 2 años), un aumento del 9% y 18%, respectivamente.

Al oír la noticia, nuestra preocupación inicial fue que la decisión pueda haber estado motivada por la incapacidad de la autoridad monetaria de posponer cantidades masivas a las tasas actuales del CD (US$1,1 millardos en valor, para ser precisos) que vence en octubre, pero esto no parece ser el caso. De acuerdo con fuentes oficiales, hasta ahora el 98% del CD del BC que maduran en septiembre y octubre ya se aplazaron, algo que creemos tranquilizará al mercado. La decisión de incrementar las tasas a los inversionistas individuales aparentemente estuvo calzada por incrementos en los niveles de ruido que rodea la reciente y abrupta depreciación del peso dominicano y por un esfuerzo del BC por mantener las tasas locales para que apoyen el cambio y la estabilidad del mercado.

El peso dominicano se depreció casi 5% durante el mes pasado y en 11% en los últimos 60 días, y ahora se comercia en algún punto en el contexto de 32.5% peso por dólar. El BC mantiene que el debilitamiento reciente de la moneda no es más que el resultado de una “burbuja de aprensiones” inspirada por los obstinadamente altos precios del petróleo y un contexto internacional de tasas más elevadas, e insiste en que no hay justificación estructural, monetaria, financiera o fiscal para el comportamiento errático del peso. Además, el BC emitió una alerta a los especuladores potenciales de que pueden no estar al tanto de que el país está a punto de recibir un influjo considerable de dólares estadounidenses, que los funcionarios creen que contribuirá a estabilizar la tasa de cambio.  

Ya el gobierno cuenta con desembolsos del BID y el Banco Mundial por valor de US$110 millones, y está esperando más de US$320 millones en créditos multilaterales, una vez que la Junta del FMI apruebe el programa económicos revisado del país el 17 de octubre.

La conclusión aquí es que el suministro de dólares de la RD va a aumentar en el corto plazo, aliviando la presión sobre la tasa de cambio y deteniendo efectivamente la depreciación del peso. Muchas fuentes dominicanas pensaban que el peso estaba un tanto sobrevaluado cuando se comerciaba en el rango de 29 por dólar y creen  que su re-apreciación reciente es un acontecimiento positivo. Creemos que el ruido asociado con la debilidad reciente del peso puede muy bien haber sido un factor que contribuyó a la decisión del BC de elevar las tasas locales.

Además, los resultados de la subasta de ayer del CD del Banco Central cupón cero puede haber aportado un estímulo adicional a la autoridad monetaria para ajustar las tasas locales. Después de decaer gradualmente de cerca de 60% a mediados de los 2004 hasta menos de 12% las emana pasada, el rendimiento promedio demandado por los inversionistas institucionales en la subasta semanal de ayer rebotó de nuevo a cerca de 13%. Un incremento más pronunciado se registró en el extremo largo de la curva (maduración a un año) que el corto (maduración a 35 días), con incrementos en el rendimiento a muy corto plazo de 1%, y en el plazo más largo en 1.6%. En la medida que las tasas “institucionales” se incrementaron, se dice que el BC central se vio obligado a elevar las tasas “individuales”.

Aunque el BC ha restado importancia a su decisión de incrementar las tasas de los instrumentos que vende a inversionistas individuales, como simplemente parte de un plan para mantener todas las tasas en línea, creemos que la actitud de trivializar la medida de la autoridad bancaria no logra identifica las causas reales que calzan el apetito del mercado por tasas más altas, que son en sí mismas una prueba de la percepción del riesgo en el mercado, desde nuestro punto de vista.

En el lado positivo, el influjo esperado a corto plazo de dólares estadounidenses y sus posibles implicaciones en el fortalecimiento del peso (o, como mínimo, de la estabilización del peso) puede servir para apaciguar las preocupaciones del mercado sobre la salud de la moneda dominicana y puede preparar el camino para que las tasas retornen a sus bajas recientes. 

Continuamos considerando la recuperación económica de RD como razonablemente estable (aunque todavía algo frágil), y proponemos que para los que creen (como nosotros) que el ciclo de depreciación del peso está llegando a su fin, el incremento reciente en las tasas a lo largo de la curva puede presentar puntos de entrada más atractivos para los inversionistas interesados en los instrumentos locales dominicanos.

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Franco Uccelli
561-672-4780

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