La mitad de la población (53.1%) no está de acuerdo con que el Presidente de la República se reelija una sola vez y nunca más pueda postularse a la primera magistratura del Estado, aunque el 43.4% favorece esa propuesta.
Los datos de la encuesta Gallup-Hoy indican además que el 63.9% de los ciudadanos favorece que se prohíba la reelección consecutiva, pero que después de saltar un período el Presidente pueda volver a ser candidato a la presidencia.
Sin embargo, el 32.7% está en desacuerdo, pero prefiere que mejor se prohíba la reelección para siempre.
A los encuestados también se les preguntó si estaban de acuerdo o no con que se quite todo tipo de prohibición a la reelección presidencial y que el presidente pueda repostularse cuantas veces quiera, a lo que el 70.5% respondió que estaba en desacuerdo, y el 25.1% que lo favorece.
Los ciudadanos de la región Norte (72.5%) apoyan que se quite todo tipo de prohibición a la reelección, con tres y cuatro puntos por encima, respectivamente, de la zona metropolitana, el Este y el Sur.
La Constitución vigente establece que el Presidente de la República podrá optar por un un segundo y único período constitucional consecutivo, no pudiendo postularse jamás al mismo cargo ni a la vicepresidencia de la República.
Comicios 2012. En el contexto de las elecciones presidenciales de 2012, el 58.9% de los ciudadanos no está de acuerdo con el presidente Leonel Fernández sea candidato presidencial, aunque al 36.1% respondió positivamente.
Sobre el pacto político firmado en mayo pasado por Fernández y Miguel Vargas Maldonado (presidente del Partido Revolucionario Dominicano desde el pasado domingo), el 51.4% está de acuerdo, pero el 28.7% no.
Las personas con edades entre 18 y 20 años, y más de 50, son las que más apoyan el pacto político, con 53 por ciento y 56 por ciento.
Ambos dirigentes rubricaron un convenio de siete puntos en el que se plantea el retorno a la fórmula del 14 de agosto de 1994, o sea, a la reelección presidencial dejando pasar un período.
En otros aspectos, Fernández y Vargas acordaron el mantenimiento del jus sanguinis y el jus soli, en el aspecto de la nacionalidad; la congelación de la matrícula de la Cámara de Diputados, y la acumulación de votos por partido para elegir a los diputados y la representación de los dominicanos residentes en el exterior.
También convinieron en la unificación de las elecciones congresionales y municipales, e institucionalizar las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.