Mayoría apoya gestión

Mayoría apoya gestión

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
Con una mayoría, superior al 51% en las elecciones de menor abstención en comicios de medio término, la voluntad popular acaba de realizar un endoso a la gestión de gobierno del peledé y Leonel Fernández, facilitándole el Poder Legislativo y una cuota importante del municipal, para que pueda cumplir con su programa de gobierno, la agenda de país y las necesarias reformas económicas, políticas y sociales.

Las encuestas como Gallup y P&S revelaron con anticipación cuáles serían los resultados de estas elecciones, pues los sondeos realizados mostraban a un Presidente y un Gobierno con una aceptación superior al 50% y lo más importante, las perspectivas presentes y futuras de los encuestados, especialmente en términos de su situación económica, mostraba una ciudadanía satisfecha con los resultados económicos del gobierno. Aún más, las votaciones individuales de los partidos, 46% el PLD, 31.3% el PRD y 11% el PRSC coinciden, puntos más puntos menos, con los resultados de estas firmas.

Un Presidente con ese nivel de simpatías más un partido unificado y decidido a triunfar pudieron darse el lujo de convertir elecciones locales en una especie de elección nacional, colocando al electorado en la alternativa de elegir entre los resultados de la presente gestión y la pasada.

El presente, caracterizado por una economía creciendo 9.3% el pasado año y 12.6% en el primer trimestre de este año, con una inflación de apenas un dígito y estabilidad cambiaria, mientras la memoria histórica recordaba un pasado reciente de recesión, inflación y pérdida de valor en el peso.

En las elecciones con menor nivel de abstención, 42% frente a 47 y 48% de las precedentes, el voto mayoritario se manifestó tal como pronosticaron las encuestadoras serias y esa voluntad mayoritaria resultó en 22 senadores, entre 90-94 diputados y por lo menos 60 síndicos.

Estos resultados consolidan al PLD como la principal fuerza política del país y representa una victoria para el presidente Leonel Fernández, quien se jugó su futuro político recorriendo el territorio nacional varias veces pidiendo a los dominicanos y dominicanas que votaran a favor de un Congreso y ayuntamientos peledeístas.

El bajo desempeño de los partidos integrantes de la Gran Alianza Nacional deben moverlos a profundas reflexiones y a impulsar cambios internos si pretenden constituirse en opciones de poder para el 2008 y más allá. En el caso del PRD, el mayor perdedor del proceso, ver descender su número de senadores de 29 a 6, los síndicos de 95 a 50 y sufrir una segunda derrota consecutiva, obliga a los líderes históricos de esa organización a buscar un nuevo rumbo, con la finalidad de quitarse de encima el lastre de la administración pasada.

El pueblo dominicano le brindó al PRD en el año 2000 la oportunidad de dirigir el Poder Ejecutivo, luego en el 2002 le entregó el Congreso y los ayuntamientos, con la esperanza de que ese partido realizara las transformaciones, sin embargo ese Gobierno dilapidó el endoso popular con una gestión desastrosa en términos económicos, políticos y sociales.

El país volvió la atención sobre Leonel Fernández y lo llevó a Palacio con el 56% de los votos y ahora acaba de entregarle el Poder Legislativo y una importante participación municipal con la finalidad de que gobiernen sin obstáculos y cumplan las promesas de campaña. Por supuesto, las responsabilidades se incrementan y bien podrían perder esos niveles de aceptación si no administran correctamente esas mayorías y el poder conferido.

Esta sociedad aspira a que un PLD desde el Senado consulte con la sociedad civil y las minorías políticas la designación de miembros probos, imparciales y con credibilidad, tanto en la JCE como en la Cámara de Cuentas.

Esta sociedad aspira a que el PLD, desde el Poder Ejecutivo y el Congreso, impulse los proyectos de leyes, muchos depositados, dirigidos a mejorar la ejecución presupuestaria, reducir los niveles de corrupción, mayor transparencia en el uso de los recursos públicos y mejorar la calidad del gasto especialmente en las áreas sociales.

Esta sociedad aspira a una reforma constitucional discutida con todos los sectores del país, mejor en una asamblea constituyente, dirigida a crear el marco fundamental para la República Dominicana del siglo XXI.

Esta sociedad aspira las reformas económicas, políticas y sociales que constituyan la garantía de la sostenibilidad del crecimiento y el progreso.

Al PLD le ha tocado el relevo y la gran oportunidad histórica de gobernar bien, modernizar el Estado, fortalecer el sistema de partidos, mejorar la gobernabilidad democrática, reducir la pobreza y construir una sociedad más próspera para las mayorías.

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