SAO PAULO (AFP).- Un 79% de los brasileños cree que el gobierno es corrupto y, a pesar que el 83% estima que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva tiene alguna responsabilidad en los casos de corrupción, continúa como favorito para la elección de octubre, según una encuesta divulgada el domingo.

Se trata de la primera consulta de opinión pública luego de la caída del ministro de Hacienda, Antonio Palocci, hace dos semanas, envuelto en escándalos de corrupción y acusado de usar el aparato estatal para perjudicar a Francenildo Costa, un testigo en contra del ex conductor de la economía brasileña. La difusión parcial, el domingo, del resultado de la consulta de Datafolha, realizada durante la semana, en relación a las intenciones de voto, dio una ventaja de 20 puntos (40% a 20%) a Lula del PT (Partido de los Trabajadores, izquierda) sobre su principal rival, el socialdemócrata Geraldo Alckmin.

Sin embargo, la consulta reveló también que el 79% de los brasileños cree que “existe corrupción” en el gobierno. Un 46% piensa que Lula tiene “un poco” y 37% que tiene “mucha” responsabilidad en los actos de corrupción. Sólo un 14% aseguró que el actual presidente carece de responsabilidad. El 67% de los encuestados dijo conocer y un 33% desconocer las acciones presuntamente tramadas por Palocci contra Costa, mientras que el 49% estimó que Lula estaba al tanto de las supuestas componendas del ex ministro, contra un 36% que defendió al presidente porque “no sabía” lo que ocurría.

Una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) de la corrupción en el  oficialismo aprobó el miércoles un informe que confirmó la compra de votos en el Congreso (un esquema llamado de “mensalao”) y la existencia de una contabilidad ilegal del PT alimentada por el publicista Marcos Valerio.

Simultáneamente la Cámara Baja absolvió y mantuvo en su cargo al diputado Joao Cunha, del PT, pese a que admitió haber recibido de Valerio alrededor de 20.000 dólares, y a pesar a que la Comisión de Etica y Decoro Parlamentario lo había hallado culpable. La decisión de la Cámara provocó indignación en la Comisión de Etica, y generó una renuncia masiva de sus miembros que alegaron que se desconocía y despreciaba su actuación.

Nada de eso empañó la popularidad del jefe de Estado ni su eventual reelección: un 52% de lo consultados previó que el presidente ganará las elecciones, mientras un escaso 18% pronosticó el triunfo de Alckmin.

“El electorado de Lula está formado preponderantemente por personas con poco acceso a la información, y muchos episodios (de corrupción) no tienen importancia suficiente para mudar las intenciones de voto”, explicó Mauro Paulino, director de Datafolha.

Añadió que “para este segmento de la población, los beneficios sociales, por ejemplo, son mucho más importantes”. Desde el 1 de abril Lula elevó 16,67% el valor del salario mínimo mensual (de 139,5 a unos 163 dólares).