Mayoría de policías recibe un salario de miseria

<P>Mayoría de policías recibe un salario de miseria</P>

De seguro que pocos creen que un raso de la Policía Nacional tiene un ingreso promedio diario de RD$177. Pero hay que creerlo, porque es así. Y ese es el hombre o la mujer que patrulla las calles y las avenidas, en la Capital y en el resto del país. Es el responsable de mantener el orden público y de cuidar la propiedad privada y los bienes del Estado. Pero lo que gana, lo que el Estado le paga, no le da ni para comer con la dignidad que  merece.

Empequeñecidos como su sueldo, se sienten quienes han devenido en la estima social en algo menos que “un guardia”, quienes encarnan el oficio más repudiado, la degradada tarea del raso policial, tan  devaluada como su paga: RD$177 diarios. No más. Retribución mezquina de una jornada de alto riesgo, cargada de tensiones en la que acecha una bala, una agresión.

Ruda faena cuando prende el sol y pica el hambre y las deudas y líos le golpean la mente, en medio de las presiones familiares porque salió del hogar sin dejar el pan. Labor ingrata, menospreciada, salpicada por vejámenes a que les somete un superior jerárquico y el repudio ciudadano por las inconductas policiales.

RD$177, promedio diario que los convierte en pedigüeños o delincuentes, fracción de los RD$5,320.90 mensuales del salario de un raso de la Policía Nacional sin deducir los descuentos, que apenas cubre el 25% de la canasta familiar básica, sobre los RD$20,000 mensuales.

RD$177 con un exiguo poder de compra que dejan en desamparo a la mujer y los hijos y obliga a vivir en un agobiante pluriempleo, que los mantienen en la línea de la pobreza, entre los marginados y excluidos. RD$177 que hace de ellos potenciales aliados del narcotráfico y otros delitos, que los induce a pedir, sobornar, extorsionar.

Pluriempleo.  Esa jornada que a veces se prolonga sin aparecer un relevo y en la que algunos mueren, resultan  heridos y con lesiones permanentes, es compartida por el policía honesto con otro empleo, mientras muchos compensan con el “macuteo” o actos delincuenciales.

La búsqueda del 75% restante para completar la canasta familiar de subsistencia,  los RD$15,000 faltantes, es lo que hace que el policía incurra en el pluriempleo o priorice su labor de guardián al servicio de un funcionario o de un empresario, pero al precio de no desempeñar sus funciones o realizarla apresurado, sin motivación alguna.

Otros agentes.  Este viacrucis en que van cuesta arriba cada día no es exclusivo de los rasos, lo viven por igual los cabos con un sueldo de RD$5,851.20 mensuales, también  sargentos que devengan RD$6,232.85, por debajo del salario mínimo privado. ¿Cómo puede vivir si con descuentos sólo percibe RD$5,000 ó RD$5,500, que no rinden para arrendar una pieza, la comida y el pasaje diario?

 __Cuando un niño se me enferma tengo que coger prestao pa pagar el taxis y llevarlo al hospital de la Policía, y a veces no tengo diario, lo que queda es pa el pasaje, pa llegá a mi trabajo. De sargento mayor para abajo lo que tamo es guayando, de raso a sargento mayor tamos mal.

Cabos, sargentos y rasos apelan a diversas modalidades de sobrevivencia. En adición a sus funciones policiales prueban con el motoconcho, se dedican a taxiar o cifran sus esperanzas en una tienda. Buscan trabajo de noche,  rasos y cabos normalmente prestan servicios de seguridad en tiendas, bancas, supermercados. Dependiendo de la empresa le pagan RD$8,000 ó RD$10,000, más que la PN y por menos tiempo. En una compañía de seguridad le pagan RD$12,000 por cuatro horas diarias, y como policía a menudo labora doce, catorce horas o más.

__La gente de bancas de apuestas nos buscan mucho, pero si te botan de la PN no ten dan el empleo, te lo dan porque eres policía y tienes un arma. Tengo que cuidar mi trabajo en la PN, sacrificarme, cuando me toca servicio nocturno hago el turno, duermo dos horas y trasnochado voy al trabajito privado, el dueño me da comida, si tengo un problema me lo resuelve, por ese hombre yo me mato, porque él vela porque mi familia pueda comer.

Mísera existencia.  La honradez tiene un alto precio para un policía, se paga con hambre. Las compraventas delatan sus penurias repletas de artículos que empeñan. Cuando lo trasladan de  sorpresa y no tiene quien le haga un préstamo se ve obligado a empeñar la televisión o un abanico, a vender algún electrodoméstico de los pocos que posee en su mísero hábitat entre los más pobres.

La mayoría de los rasos, clases y algunos oficiales viven en gran promiscuidad alojados en piezas o casuchas a orillas de ríos y cañadas, en patios y arrabales. Los residentes en zonas semi-urbanas y rurales trabajan agricultura, tienen su conuquito o un corral de cerdos o vacas, crían gallinas, alquilan gallos y pulen espuelas, algunos son jornaleros, cosechan tomates o arroz, cualquier trabajo, tiran mezcla, ponen blocks.

Con esa ruda faena compensaba su sueldo un raso entrevistado, quien ni siquiera sabe precisar cuánto le descuentan.

__No sé, sucios son RD$5,300, pero limpios quedan RD$4,730, yo mismo no sé, uno no va a gastar un pasaje para preguntar, y si voy no aparece nadie que te explique. Yo he trabajado construcción, he vaciado platos, porque cuando uno es serio hace todo menos lo mal hecho.

Le acompaña un sargento, cuyo salario de RD$6,232.85 se reduce a RD$4,600 con los descuentos. ¿Por qué le deducen tanto? “Si te dan a crédito un jueguito de comedor o una estufa lo coges, son tiendas afiliadas que te despachan –expresa-. Ahora no tengo otro trabajo, sino muchos problemas. Con el 15% me aumentaron RD$750, que no dan para el pasaje o el gas”.

__Algunos días tengo que coger una comida fiá. Salí de mi casa hoy con RD$50 para  el pasaje de ida y vuelta, ¿qué voy a comer? Es duro, que se me cumple la casa, que el niño no tiene pamper, que ahí no queda na pa arroz y aceite.

__A veces comienzas un servicio a las 8 la mañana y todavía a las 7 de la noche no ha llegado un relevo, te mandan a un sitio sin desayuno, sin ná, la comida la mandan de un comedor económico, malísima, eso es para presos. Si estás en un puesto y llega una hora abusiva que ya tu cuerpo no aguanta, si te vas te meten preso o te cancelan. Te vas, te dan una baja deshonrosa sin hacer nada malo, y difícil conseguir trabajo.

__ Los chiquitos viven picando, pero por más que piquen siempre viven muy mal. Es que el  sueldo no le rinde. Si tienen un problema y piden un préstamo, si es uno de los grandes se lo dan seguido, si es chiquito  toma cuatro meses y hasta seis. No me gusta pedir, pero aquí se han aparecido personas que me regalan para la comida, y uno lo coge. Para robar pido, porque a mí no me enseñaron eso.

Aspira que su hijo haga una profesión y gane un sueldo que le permita comer. “No quiero que ningún hijo mío ni nadie de mi familia sea policía.  porque para que a mí me maten un hijo por RD$3,700 que se muera de hambre”.

El raso que le acompaña  en el servicio comenta la muerte de un agente que agobiado por las deudas  se suicidó. 

__Se mató, momentos antes dijo: Me queda una hora de vida, por la noticia  informaron que fue por la situación económica. Se mató por seriedad, vivo eso.

__Sí –le responde el sargento-, pero no te mates.

La exigua  retribución de estos agentes tira al suelo su autoestima. Ambos se esfuerzan por traducir en palabras una fuerte impotencia y frustración, la marginalidad y el repudio que le hacen   sentirse relegados, como una escoria social.

Zoom

Atuendo policial

Además de la comida y seguro médico , la PN suple la ropa a los agentes, incluyendo el traje de gala a los oficiales, salvo el kepis. “Cuesta mucho   y  se le ha ido a la  institución de sus posibilidades porque se le mantiene el mismo presupuesto”, comenta un oficial y agrega: Me      decía un amigo que para ser teniente ahora se tiene que   ser rico, porque el kepis que usa cuesta como RD$5,000 y el gran cordón RD$2,500 (el  amarillo). Los accesorios son más caros que los cheques que perciben.

El vestuario con kepis vale más que un salario de teniente, (ríe, ¡Ay, Dios mío!…) a veces tienen que saber a quién pensionaron para que    le  dé el kepis. Hay oficiales que no pueden hacer esa inversión.

 Es   imposible. Los niveles salariales de un primer y segundo teniente es RD$10,850 y RD$9,865, la mitad de la canasta familiar de subsistencia.

Las frases

Un problema serio es que trabajamos hacia afuera, queremos caer en gracia con los de afuera porque nos  garantizan ayuda, si tenemos una desgracia, con sus rela- ciones políticas me pueden proteger. Los de adentro nos dan la espalda, porque no ha habido una cultura de hermandad, sino de grupismo, es lo que ha estado dañando a la PN”.

Desde que los jefes se enfocaron en trabajar para ellos y no hacia la PN se  agravó la situa- ción, antes cogían los colchones nuestros para  operativos, desvisten un santo para vestir otro”.

Incentivos especiales para oficiales

Los oficiales reciben un sobresueldo, los especialismos ,cuyos montos varían según la especialidad. Pero no hay equidad, se asignan por amiguismo, relaciones, oportunidades que muchos  cabildean. Se asignan con discrecionalidad, si un oficial no tiene ninguna especialidad, ni hace nada de riesgo para la PN no se justifica que se le otorgue, como se ha hecho.

Otros incentivos, las atenciones especiales, se destinan a algunos privilegiados   con acceso a la cúpula de la PN. Oficiales  perciben  mayor monto que otros con más  nivel académico, porque “están pegao”, por  “enllavadura”.

Los sobresueldos llegan a RD$45,000 y R$60,000 mensuales en unos pocos casos de oficiales superiores, además de la asignación de combustibles. Otros reciben RD$10,000 ó RD$20,000. 

Entre los  profesionales, los especialismos más altos corresponden a contables y médicos, RD$7,000 y pico mensuales. No les alcanza y buscan otro trabajo, los médicos ponen un consultorio y abogados una oficina, otros poseen un colmadito u otro negocio,  algunos  ofrecen asesorías en seguridad a empresas privadas.

Las dependencias, carentes de presupuesto, no tienen ingresos extra, y los  rasos, cabos y sargentos    carecen de incentivos, indica un oficial, y expresa:

 “De capitán hacia abajo deberían recibirlos, la distribución es muy injusta y no debe ser así, el pastel debe ser partido para todos equitativamente”.

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