La mayoría de los estudiantes que desertaron de las universidades del país entre los años 2002 y 2007 confesaron que se arrepienten de tomar esa decisión y además describen sentirse “frustrados y decepcionados de sí mismos” por interrumpir sus estudios.

El estudio “Deserción, Repitencia y Eficiencia de la Titulación en la Educación Superior”, que ordenó el ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Meescyt) y que fue dado a conocer este martes, revela que la mitad de los alumnos que se inscriben en una carrera abandona los estudios definitivamente.

La investigación, incluye los testimonios de un grupo de 47 desertores de distintas universidades  en que expresan sentimientos de insatisfacción e incluso deseos de reintegrarse.

Aunque la mayoría de los desertores valoró negativamente su decisión (54.6%), hay otro 29.4% que se confiesa conforme. Este grupo enumera entre sus razones que no estaba estudiando la carrera que quería y porque se dedicó a estudiar otra.

Otros expresaron no tener un sentimiento claro al respecto (8.4%) y además los que se resistieron a responder la pregunta (6.4%).

Repercusiones.  Al ser consultados sobre las implicaciones que consideran ha tenido en su vida el haber dejado los estudios, la mayoría (56.7%) coincide en que ha desperdiciado varios años y que ha cerrado la oportunidad de conseguir buenos empleos.

También refieren haber gastado dinero sin obtener los resultados esperados.

Por otro lado, hay una parte de los jóvenes que aseguran que su retiro ha tenido repercusiones positivas (6.3&) porque les ha permitido ingresar a otra universidad o carrera.

Los que creen que el abandono no tuvo resultados positivos ni negativos son 12.6% y los que no respondieron son 4.3%.

La investigación, auspiciada por el Meescyt, fue encabezada por la directora del Centro de Innovación en Educación Superior (Cinnes), Altagracia López y por el chileno Luis González.

Su situación

El desertor promedio es soltero, tiene hijos y trabaja, de acuerdo al  estudio publicado este martes. Un 85% de los consultados son empleados en oficinas; 12% empleadores y el restante 3% trabaja por cuenta propia.

Los especialistas

Especialistas consultados por los investigadores del estudio afirmaron que la repitencia y la deserción universitaria se traducen en costos para los alumnos, para las instituciones académicas que abandonan y la sociedad.

Dijeron que los costes personales por lo general se observan en un retraso para ingresar al mercado laboral y en la pérdida de los recursos invertidos en sus estudios. También aseguran que la deserción genera problemáticas a la salud psíquica de los jóvenes.

En cuanto a las implicancias institucionales, se plantea que la deserción tiene un impacto negativo porque se dejan de percibir recursos por cada alumno y además porque la inversión que se realiza en obras y recursos humanos no tiene ningún retorno.

Concluyen los especialistas que la deserción afecta a toda la sociedad porque disminuye las posibilidades de movilidad social, los niveles de cuantificación económica y además la capacidad de un  mayor desarrollo.

Lamenta cifras

El vicerrector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), Francisco Cruz Pascual, lamentó ayer que la mitad de los estudiantes que ingresan  a las universidades del país deserten de sus carreras, como revela el estudio oficial “Deserción, repitencia y eficiencia de titulación”.

En  tal sentido, el también ex presidente de la Junta de Directores del Seguro Médico Para Maestros (Semma) y vice ministro de Educación, indicó que  el estudio revela un cuadro en el que los desertores desechan las esperanza de superación individual y social.

Observó que el estudio es la única vía para que las sociedades superen el atraso. Por otro lado, reconoció el esfuerzo que hace el ministerio de Educación Superior por mejorar el sistema.