Mayoría estadounidenses apoya medidas de inmigración duras

Mayoría estadounidenses apoya medidas de inmigración duras

WASHINGTON, Mar 29 (AFP) –  La mayoría de los estadounidenses apoya un endurecimiento de las medidas contra la inmigración ilegal, a pesar de las masivas manifestaciones realizadas en los últimos días en todo el país en favor de políticas menos restrictivas, revelaron sondeos de opinión.

   Durante los últimos días ruidosas muchedumbres representativas de los partidarios de los inmigrantes exigieron una actitud más suave de la policía, especialmente en Los Angeles, donde el fin de semana se manifestaron un millón de personas.

   Pero los resultados de las encuestas de opinión que se han dado a conocer muestra que las demandas de los manifestantes no coinciden con la opinión del estadounidense medio, que prefiere una política de inmigración más restrictiva y la expulsión del país de los trabajadores indocumentados.

   «Las encuestas que yo vi estaban alineadas como dominos», dijo John Keeley, un portavoz del Centro de Estudios de Inmigración de Washington, quien se autodefine como «partidario de los inmigrantes y de una inmigración más baja».

   Las manifestaciones de las últimas semanas a favor de los inmigrantes fueron estimuladas por un proyecto aprobado por la Cámara de Representantes, por el cual se criminaliza la inmigración indocumentada y se tiende una barrera en la frontera con México al sur del país, pero Keeley afirma que el proyecto «refleja el punto de vista de los votantes estadounidenses».

   Mientras tanto, una legislación más moderada, que era analizada esta semana en el Senado, y que abriría el camino para que muchos trabajadores indocumentados pudieran incluso obtener la ciudadanía estadounidense «está absolutamente desalineada de la opinión mayoritaria de los norteamericanos», según Keeley.

   Los especialistas citan encuestas, como una realizada este mes por NBC News y el Wall Street Journal, según la cual el 56% de los consultados se oponían a otorgar estatus de trabajadores temporarios a los inmigrantes ilegales.

   Otra encuesta nacional, llevada a cabo por el Instituto de Opinión Pública de la universidad de Quinnipiac, de Connecticut (este), llegó a conclusiones similares: un 62% de los consultados el mes pasado se manifestó en contra de naturalizar a los inmigrantes ilegales, contra un 32% que apoyaba la idea.

   Y en California, tierra de inmigrantes ricos, el 73% de los consultados a comienzos de este año dijeron estar preocupados con la inmigración ilegal y un 43% de ellos se manifestó «extremadamente preocupado».

   El Centro Hispánico Pew estima que el número de inmigrantes ilegales en Estados Unidos ha aumentado cerca del 50% en los últimos seis años, a casi 12 millones contra 8,4 millones en 2000, y más de la mitad de los residentes ilegales proviene de México.

   El veterano observador político de Washington Charlie Cook, editor del Reporte Político Cook, dijo esta semana a la red NBC que los sentimientos de los estadounidenses sobre este tema son más profundos de lo que parecen.

   «Es gracioso. Si uno le pregunta a la gente cuál es el problema más importante que el país enfrenta, no aparecen cifras de más de un dígito, pero después de que uno estimula el debate sobre el asunto, las emociones se muestran fuertes», dijo Cook a la NBC.

   Las razones para una creciente preocupación de los estadounidenses son diversas, afirman los especialistas, pero ellas son guiadas en parte por el creciente miedo al terrorismo y una consecuente disminución de la tolerancia para con las cosas de fuera.

   «El 11 de setiembre cambió mucho los sentimientos de la gente con relación al dejar hacer para con los que llegaban al país», observó Keeley. «Ya no es posible tener libre acceso al país», dijo.

   La central sindical liberal AFL-CIO, que generalmente se ha mostrado amistosa con los inmigrantes, y suele ver a los recién llegados como parte de su base futura, exhortó este mes a una política de inmigración que apunte a mejorar el nivel de vida en otros países.

   Este grupo también se opone categóricamente a la creación de una categoría de «trabajadores invitados» propuesta esta semana por Bush.

   «Hemos visto empresarios que cambian decenas de miles de empleos permanentes y bien pagados en Estados Unidos por trabajos temporarios, aprovechando los varios programas de trabajadores «huéspedes», señaló la central sindical.

   «Cualquier solución viable a esta crisis debe apuntar hacia las razones por las cuales la gente viene a Estados Unidos», expresó la AFL-CIO en una declaración.

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