Como ya conocemos, nosotros las personas recibimos información a través de los cinco sentidos: olfato, gusto, vista, tacto y la audición. Si bien algunos de nosotros estamos privados de uno de estos sentidos y desarrollamos más otros, lo cierto es que quien cuenta con todas estas facultades también tiene un sentido que ejerce más fuerza sobre los demás.
Según la corriente de Programación Neurolingüística (PNL) el mundo tal como lo percibimos no existe, sino que somos nosotros quienes lo reinterpretamos de acuerdo al sentido que tenga más peso en nosotros y según nuestra personalidad. Pero, además, esto también tiene que ver con la predominancia cerebral de cada persona: si predomina el hemisferio izquierdo tenderá a ser más lógica, mientras que si es el derecho tendrá más capacidades creativas e innovadoras. Por lo cual, de acuerdo a esta teoría cada persona cuenta con un canal sensitivo predominante o ese sentido preferido con el que nos sentimos más a gusto y que nos resulta más útil para aprender, percibir el mundo y relacionarnos con los demás.
Me atrevo a decir, que las personas somos mayormente visuales, y alguien con una preferencia por el sistema de procesamiento visual utiliza su visión para recordar y tomar decisiones. Su contacto principal con el mundo será a través de los ojos.
Las personas visuales pueden asimilar mucha información, lo cual se debe a que una imagen puede transportar más datos que los sonidos o sentimiento. Esto significa que a menudo las personas visuales son buenas para ver el panorama general y planificar a largo plazo.
Es preciso que conozcamos que las personas visuales entienden el mundo tal como lo ven. Cuando recuerdan algo lo hacen en forma de imágenes, y en su manera de hablar utilizan metáforas visuales, hablan de cómo se ve el asunto o cómo se divisa el panorama. Prefieren explorar sobre el aspecto de las cosas, y suelen ser muy organizados, les encanta ver el mundo ordenado y limpio, siempre están controlando las cosas para asegurarse que estén bien ubicadas.
Puede que cuando conduzcan les guste escuchar música. Pero es posible que al llegar a la ciudad y al notar que el tráfico se vuelve más denso y complicado les moleste tener la radio encendida, y más si en lugar de música son palabras lo que se escucha, no pueden concentrarse. Este sería un sencillo ejemplo de las personas que utilizan en mayor grado este sentido.
Las visuales tienen un alto nivel de energía, son personas inquietas y observadoras, captan el detalle y muchos de los pequeños aspectos que a otras personas se les pasan por alto. Tendemos a visualizar imágenes en nuestra mente para poder recordarlas.