POR DIONISIO SOLDEVILA
MAZATLAN, Sinaloa.- La Serie del Caribe del 2005 que se celebra en esta ciudad ha estado repleta de altas y bajas desde antes de su comienzo. Todo comenzó con el retraso del equipo dominicano en llegar a territorio azteca como resultado de una sobreventa en el vuelo del conjunto de las Aguilas Cibaeñas que resultó campeón en el torneo invernal.

Este retraso provocó la suspensión del primer partido de Dominicana contra Puerto Rico y de paso eliminó el único día disponible para reponer un partido en caso de lluvias o de un empate, forzando la celebración del encuentro el próximo lunes en horas de la mañana.

Sin embargo, con lo que no contaban los altos mandos de la Serie del Caribe es que en una ciudad costera como esta, podía llover tal y como sucedió todo el día de ayer lo que motivó la cancelación de los dos encuentros.

Todo esto ha generado una verdadera incertidumbre en una serie que ha sido pintoresca por un lado, con una ciudad llena de avisos, letreros y música relacionada con la Pequeña Serie Mundial.

Incertidumbre debido a que de acuerdo a las reglas del acuerdo existente entre las ligas invernales y la Major League Baseball, la fecha tope para mantener actividades de béisbol en el Caribe es el 8 de febrero, es decir el martes próximo.

La falta de información ha opacado considerablemente el trabajo organizativo de los encargados de Mazatlán 2005, que han dado cátedras con la instalación de un excelente centro de prensa y facilidades para lo periodistas.

Con más de 60 computadoras conectadas a Internet, centro de copiado y demás, el centro de prensa del Teodoro Mariscal supera con creces el montado en Santo Domingo en el 2004 y en Carolina en el 2003.

Sin embargo, la ausencia de boletines, estadísticas, box scores y demás han limitado en cierta forma el trabajo de los redactores, comentaristas y analistas de béisbol. Lo mismo es por el alto costo de las comunicaciones, ya que cada llamada a la República Dominicana tiene un costo de RD$60 por minuto.

Como también la falta de un vocero permanente que diera versiones oficiales del acontecer de la serie, como la decisión de los partidos de ayer, que dos horas después del inicio estimado de los encuentros todavía no había una posición sobre qué se iba a hacer al respecto.

El problema del horario (hora del Pacífico, 3 horas menos que en República Dominicana) también dificulta el flujo de informaciones desde Mazatlán a Santo Domingo, principalmente cuando para la suspensión de los encuentros de ayer, el comisionado fijó rueda de prensa para las 7:30 p.m. de Mazatlán cuando los mismos ya estaban cancelados desde las 4 p.m. afectando la labor de los periodistas de Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana.

Pero no todo ha sido negativo en la Serie del Caribe, ya que la organización del clásico ha sido excelente.

La ciudad completa se ha movido alrededor de la Serie del Caribe y del Carnaval de Mazatlán de una manera que no se compara con lo que se ve en Santo Domingo, Puerto Rico o Venezuela.

La cantidad de voluntarios y de empleados técnicos que laboran en el parque Teodoro Mariscal han ayudado a paliar de manera considerable los inconvenientes que se han presentado.

Además, la gentileza del personal y el buen ambiente de béisbol, junto a la camaradería de los peloteros dominicanos, boricuas, venezolanos y mexicanos han inclinado la balanza a favor del evento.

Se espera que una de las medidas que salgan de esta experiencia sea la modificación de los calendarios invernales, esencialmente el dominicano que provocó gran parte de los problemas suscitados en la serie.

Así como también una reglamentación que no afecte tan directamente a los peloteros, que no tienen ni siquiera un día de descanso en la celebración de seis partidos al hilo.

El hecho de haber tenido que efectuar dobles carteleras va en contra de las condiciones que exige el Sindicato de Peloteros de las Grandes Ligas, así como también el del Caribe.