McCain mantiene el humor como herramienta demoledora para ganar

McCain mantiene el humor como herramienta demoledora para ganar

WASHINGTON (AP) — John McCain ha recurrido a muchas armas durante su vida, desde los puños cuando estaba en la escuela hasta las bombas en la guerra de Vietnam, donde fue hecho prisionero. Pero su verdadera arma es la lengua, en especial un sentido del humor absolutamente demoledor.  

Su repertorio de frases célebres lo ha metido en más de un predicamento desde la primera vez que se postuló como senador, pero también le ha ayudado a salir victorioso en más de una ocasión.

  Su vida pude considerarse como una serie de frases políticamente incorrectas, cada una de las cuales ilustra alguna dificultad del pasado.   Ha tenido una frase para todo y para todos –los compañeros a quienes criticaba en la Academia Naval, sus torturadores en Vietnam, sus amigos y rivales en Washington, su propio ego, un reportero a quien tildó de “idiota” y los “pelmazos” asistentes a una concentración, de quienes se burló. Actualmente, sus puyas irónicas se dirigen principalmente a su edad avanzada –70 años–.  

McCain nació en la zona del Canal de Panamá en 1936. Su abuelo aparece en varias fotos de la capitulación de los japoneses a bordo del barco Misurí en 1945, y su padre, John, comandó todas las fuerzas estadounidenses en el Pacífico durante la guerra de Vietnam.

  El propio McCain combatió. En una misión de bombardeo, su avión fue derribado, y McCain debió saltar en paracaídas.

Gravemente herido fue hecho prisionero de guerra.   Durante más de cinco años de confinamiento, incluidos tres en solitario, trató de suicidarse dos veces y sufrió varias palizas.   Fue liberado bajo los Acuerdos de Paz de París en 1973.   McCain ha resistido dos caídas de aviones, la tortura, una explosión en un portaaviones, un escándalo en el Senado, el cáncer de piel y el divorcio con su primera esposa, Carol.   Tras dos periodos en la Cámara de Representantes, derrotó a un rival demócrata para ganar su escaño senatorial por Arizona.   McCain ha tenido varios blancos para sus ataques, pero ninguno ha sido tan recurrente como él mismo.  

Esa cualidad lo ha distinguido en la campaña por la candidatura presidencial, donde todos los aspirantes parecen cuidar demasiado su imagen.  

Recuerda además otros pasajes de la vida de McCain, quien muchas veces ha parecido a punto del colapso, pero ha enderezado la nave justo a tiempo.

  Está acostumbrado a dejar el papel de perdedor para asumir el de héroe, y tratará de hacerlo otra vez, tras fracasar en su precandidatura del 2004.   “Soy más viejo que la tierra, tengo más cicatrices que Frankenstein, pero he aprendido algunas cosas en el camino”, dijo alguna vez.   

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