LISBOA, EFE. El Rock in Río Lisboa comienza este viernes, con ventas de entradas muy por debajo de lo que esperaban los organizadores, a pesar de la fama de los artistas del cartel, y rodeado de severas medidas de seguridad, desconocidas en Portugal.
Su promotor, el empresario brasileño Roberto Medina, ha revelado que a comienzos de mayo sólo se habían vendido 190.000 entradas, aunque aún esperan atraer al lisboeta parque de Bela Vista a unos 350.000 espectadores, aún muy por debajo de las expectativas iniciales, que cifraban la asistencia en unas 600.000 personas.
Medina bromeaba al afirmar que los portugueses son igual que los brasileños, sólo compran en taquilla a última hora, para desesperación de los empresarios.
La mayor demanda corresponde al concierto inaugural, que dará mañana el ex Beatle Paul McCartney, los del sábado día 29, que contará con las actuaciones de Peter Gabriel y Gilberto Gil, entre otros, y el de cierre (6 de junio), cuando están anunciados Alejandro Sanz, Sting, Mariza, Ivete Sangalo y Alicia Keys.
A pesar de que hasta ahora es baja la venta de entradas, Medina espera que en la última jornada del Rock in Río Lisboa se cuelgue el cartel de no hay billetes.