La lucha contra el narcotráfico, desde las esferas de la Marina de Guerra, será implementada a través de un nuevo proyecto denominado “El triángulo de seguridad marítima de la República Dominicana”, que comprende el aumento de la flotilla naval, la instalación de destacamentos en puntos estratégicos, así como de radares marítimos.

La información la ofreció el vicealmirante Homero Luis Lajara Solá, jefe de Estado mayor de la Marina de Guerra, quien expresó que con ese programa, cuyo inicio no precisó, se creará un escudo de protección para el espacio aéreo y marítimo del país.

Ese programa tendrá como soporte al Centro de Operaciones Marítimas, dijo el vicealmirante, al destacar que los puntos de vigilancia estratégica funcionarán en Cabo Rojo, en la región Suroeste; en Miches, en el Este, y en Gaspar Hernández, en la región Norte.

Lajara Solá informó, además, que la Marina de Guerra prepara una licitación internacional para la compra de radares de superficie marítima, equipos que junto con los aviones Super Tucano le tenderán un cerco al narcotráfico.

Aguas territoriales. La República Dominicana está en un proceso de recuperación de sus áreas territoriales marítimas, aseguró  Lajara Solá, quien destacó en ese sentido que este era uno de los pocos países que sólo tenía seis millas náuticas de mar territorial.

“Sin embargo, con la intervención del Ministerio de Intereses Marítimos, que se creó en 2007, hemos vuelto a las 12 millas náuticas de mar territorial, aparte de que tenemos una zona contigua de 24 millas náuticas y una zona económica exclusiva de 200 millas náuticas”.

Al referirse a esos aspectos resaltó la litis internacional entre el país e Inglaterra por la propiedad de espacios marítimos en zonas económicas exclusivas.

“El problema en esto son los intereses económicos y la explotación del subsuelo marino, pero lo que Inglaterra declara como de su propiedad es territorio nuestro de acuerdo con las mediciones que se han hecho”.

La zona marina que reclama Inglaterra está situada al norte de la isla.

“Tenemos que preservar nuestros intereses marítimos, de hecho, con la Ley que crea el Ministerio de Intereses Marítimos incrementamos nuestro radio de acción en más de 32,000 millas náuticas”, expresó Lajara Solá.

Marina de Guerra pondera la asistencia de la entidad a Haití

Lajara Solá ponderó el trabajo de la Marina de Guerra en el contexto de la ayuda humanitaria que llegó a Haití tras el devastador terremoto del 12 de enero de este año.

De acuerdo con su testimonio, la primera brigada que llegó a la ciudad de Gacmel procedía de ese organismo, en momentos en que pocos sabían que la tragedia también había impactado a esa población.

Al expresar su orgullo por la eficiente labor ofrecida, dijo que cuando llegaron los primeros oficiales de la Marina a la citada ciudad se encontraron con dos miembros de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (MINUSTHA) que, desesperados, pidieron sólo agua.

“Para mí ha sido una enorme satisfacción que la recuperación de la flota naval haya servido como instrumento marítimo para salvar vidas y mitigar dolores en Haití”.

En el primer viaje, realizado el día 14, prepararon dos centros de acopio, uno en Cabo Rojo, Pedernales y otro en Sans Soucí.

Desde el centro de Cabo Rojo recibieron socorristas franceses con hospitales móviles y médicos. El personal médico se transportó  en el patrullero 204 que llegó a la referida población sin saber el verdadero impacto del siniestro.

“Permanecieron  dos horas en el puerto porque nadie se imaginaba que estábamos ahí, y lo que vimos fue un escenario dantesco, pero pudimos salvar muchas vidas”.