Johnny Ventura, contó esta anécdota que comparto con ustedes, sobre situaciones embarazosas de las cuales hay que saber salir rápidamente.

Estaba Johnny en una gira en Nueva York, los y las admiradoras se disputaban saludarlo, abrazarlo o darle un beso en la mejilla.

El lugar donde actuaría estaba lleno a rebosar de dominicanos ansiosos de aplaudir su artista, quien en ese momento estaba en el cenit de su carrera.

Aquella señora llegó al camerino con su hija, un pimpollo de una hermosura indescriptible y una belleza sin par. Ambas se identificaron como las más grandes admiradoras del artista.

Johnny las escuchaba con atención hasta cuando la madre dijo: hija, espérame aquí en el camerino, vengo de inmediato.

El Caballo con una feliz rapidez le dijo a la doña: señora, llévese su hija, aquí no me la deje. Usted sabe, la gente es muy ligera.

La señora y la hija se fueron con su canto a otra parte. Johnny se había salvado de una acusación y una demanda. ¿A santo de qué esa señora dejaba aquel capullo de flor en el camerino del artista? El asunto se convirtió en una anécdota más en la larga vida de éxitos de Ventura.

En una ocasión una señora a quien le señalé fallas en su trabajo quería dejar mi despacho con lágrimas en los ojos. Salté hacia la puerta, coloqué el seguro y le dije: de aquí usted no sale llorando.

¿Qué se piensa cuando una mujer  corre y sale llorando del despacho de un jefe? Que fue agredida sexualmente.

No importa lo que usted piense: siempre  le creerán a la mujer.

El delito de acoso sexual sólo existe cuando los piropos del hombre no son bien acogidos por la mujer. De lo contrario…

Recuerdo que la figura del acoso adquirió fama luego de que la abogada Anita Hill acusara a su antiguo jefe de describir actos sexuales en su presencia.

La acusación  se produjo mientras se debatía en el Congreso estadounidense si el abogado Clarence Thomas era designado, como finalmente lo fue, Juez de la Suprema Corte de su país.

Ahora que acusan a Dominique Strauss Kahn, director del Fondo Monetario Internacional y candidato con mayores posibilidades a la Presidencia de Francia, de forzar una relación sexual con la camarera de un hotel de Nueva York, pienso que el juicio ventilará la palabra de la mucama contra la de él. Nadie vio ni escuchó lo que supuestamente ocurrió en la habitación ¿o lo estaban grabando?

Todo eso me parece una patraña que sacó de circulación a un candidato con posibilidades. ¿A quién beneficia?