Me enorgullezco en mi señor

Me enorgullezco en mi señor

POR CLAUDIA DE ALBA
Jeremías 9: 23-24
Así dijo Jehová: 23-No se alabe al sabio en su sabiduría, ni en si valentía se alaba el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.

24-Más alabense en esto el que se hubiese de alabar: en el entenderme y conocerme que yo soy Jehová que hay misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiere decir Jehová.

El orgullo fue el primer gran pecado. Satanás había sido creado como una criatura hermosa. Después de considerar su propio esplendor y su sabiduría, llegó a la conclusión de que sabía mejor que Dios como gobernar el universo. La actitud de Satanás recibió el nombre de orgullo. Fue el principio del pecado en el universo. Cuando consideramos que podamos hacer las cosas mejor que el creador, damos muestras de orgullo en su peor aspecto.

El pecado de orgullo lleva implícito un sentido de auto estimación exagerada, arrogancia y altivez. Una de las palabras radicales hebreas que se traducen como      ¨ orgullo ¨ u  ¨ orgulloso ¨ significa elevarse o ensalzarse. Esta actitud del corazón es profundamente mala en realidad, repulsiva a los ojos del Señor.

Sin embargo, también utilizamos la palabra orgullo con el significado de lograr algo o el deseo de hacer las cosas bien. Por ejemplo, puede sentirse orgulloso de que su hijo saque las calificaciones más altas en su escuela. Esto no quiere decir que esté tratando de situarse por encima de nadie, sino que se siente feliz por lo que han realizado.

Creo que la satisfación por un trabajo terminado y bien hecho es algo muy apropiado, aunque Jesucristo hizo una advertencia en contra de las exageraciones en ese tipo de sentimiento. Dijo que cuando hayamos hecho todo lo que debiamos hacer, será preciso que recordemos que “ siervos inútiles somos pues lo que debiamos hacer, hicimos “.

Es preciso cuidarse del orgullo, como pecado. El mejor modo de eleminar el orgullo es observarse uno mismo, su familiar y todo lo que ha logrado en forma tan objetiva como sea posible. sIn embargo, no es orgullo si uno sabe lo que puede hacer bien. Por ejemplo, un corredor de categoria mundial mentiria si dijera, con falsa modestia: “ Corro muy lento “. En lugar de ello, deberia decir: “ Dios me dio la capacidad de correr con mucha rapidez y uso ese don para la gloria del Señor y para alabar su nombre “. Si alguien es un magnifico arquitecto o artista deberia decir: “ Le doy gracias al Señor por el talento que me ha dado “.

Muchas veces Dios me da una enseñanza que no conocía antes. Entonces puedo examinarla y decir: “ iEsto es muy interansante! No lo supe antes; pero el Señor me lo ha revelado “. Puedo admirar esa enseñanza porque es algo que el Señor me ha dado. No debe ser algo que me haga sentirme orgulloso, sino causa de sastifacción al saber que el Señor lo ha hecho. El peligro se presenta cuando pienso: Soy superior a otros porque Dios me dio algo que los demás no tienen.

Uno debe evaluarse sinceramente a propósito de reconocer quien es; esto es correcto y le da gloria a Dios. Sin embargo, cuando comience a compararse con otras personas tendrá dificultades. “ Puedo construir una casa mejor que la de él. Corro más rápido que esa persona. Soy más inteligente que ellos. Somos más ricos “.Este tipo de pensamiento produce orgullo pecaminoso. El salmista dijo: “ En Dios nos gloriaremos todo el tiempo “. Estamos orgullosos del Señor. Me glorio en Jesucristo porque es maravilloso. Este tipo de orgullo es sumante positivo.

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