Para la época de los años de la década de los 70 y 80, el solo hecho de figurar en el ranking de uno de los organismos que para entonces dirigían el boxeo mundial, como la Asociación Mundial de Boxeo y el Consejo Mundial de Boxeo, era como ganar un título mundial en la actualidad.
“El clasificado 10 de aquella época, hoy fuera campeón mundial seguro”, sostiene Cruz, quien hizo su debut profesional el 4 de marzo del 1971 con un triunfo sobre Heriberto Olivares en el Parque Isidoro García, de Mayaguez, Puerto Rico y celebró su última pelea con una derrota ante Chris Díaz el 19 de mayo del 1989 en el Hotel & Casino San Juan.
Aclara que con su planteamiento no busca menospreciar a los boxeadores de “ahora”, pero que en su época se pelea por amor al deporte, por orgullo y las condiciones de aquellos peleadores eran superiores.
“Antes se peleaba a 15 asaltos, cuando había en disputa un título mundial, ahora el máximo son 12 rounds”, recuerda.
“Estamos hablando de la época de Roberto Durán (Mano de Piedra), Alexis Argüello, Salvador Sánchez, Wilfredo Gómez, Pipino Cueva, Sugar Ray Leonard, entre otros muchos”, expone Leo Cruz en referencia a los boxeadores que brillaban para entonces a nivel internacional.
En el caso de República Dominicana, sobresalían púgiles de la talla de Nani Marrero, Carlos Gil, Miguel Montilla, El Pequeño Meléndez, Héctor Julio Medina, Pablito Jiménez, Ignacio Espinal, Enrique Sánchez, Dario Hidalgo, Lachy Linares, Natalio Jiménez, Wilfredo Lama, entre otros.
Leo considera que República Dominicana vive un buen momento a nivel del boxeo profesional. Cita, además, a Fausto “Ceja” Rodríguez como el boxeador más carismático que ha dado el país en toda su historia.