Las mecedoras no han pasado de moda. Aunque quizás nos recuerden a nuestros abuelos o nuestra infancia este mueble se está reinventando de la mano de diseñadores que reinvindican su utilidad tanto en el aspecto de comodidad como en el de decoración.

Cuestión de balanceo. La principal característica que las hace tan atractivas es que al permitir a sus usuarios experimentar su típico balanceo, crea una sensación de bienestar y relajación difícilmente comparable.

Por otro lado, son un aliado en la decoración, en la que una sola es suficiente para dotar el espacio de cierta elegancia.

Fenómenos como Mecedorama, un colectivo que se inspira en el trabajo de un humilde artesano de La Guajira en Colombia, confirman que las mecedoras son un mueble de ayer… ¡y también de hoy!

Mecedorama: una labor artesanal

Mecedorama es una tienda de mecedoras con sede en Madrid y conformada por tres arquitectos que empezaron en el 2011 a hacer este mueble con un concepto diferente: lo puedes personalizar eligiendo entre una gama de colores y dos tipos de material, (nylon o bandas de plástico), en los diferentes modelos disponibles. El pedido puede hacerse a través de su página mecedorama.com y tienen un costo que oscila entre los 325 a 700 euros. Las imágenes muestran dos de sus modelos en colaboración con la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada: 1 – Flecos y 2- Pétalos.