Exito, solo el que lo halla sabe lo duro que fue. Esa estrofa de la canción de Luisito Rey parece ser el traje a la medida de Félix Manuel Díaz Guzmán y Gabriel Mercedes, a quienes su dedicación y disciplina les permitieron obtener medallas de oro y plata en los pasados Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Díaz, jamás imaginó que de ser un muchacho de fácil enfado y peleador en la calle con cualquiera que lo molestara, se convertiría en un boxeador cotizado, que además de recibir medalla de oro y siete millones de pesos, colocaría a la República Dominicana en el lugar 47 de los países triunfadores en los juegos de China.
Mientras, Mercedes que aparenta peso pluma, no pensó que sus constantes tiradas de patadas les permitirían ser tomado en cuenta para sustituir a un atleta faltante en una competencia, y que años más tarde, ésta sería la llave que le abriría las puertas de la fama mundial que cobró desde que ganó medalla de plata en Taekwondo, lo que lo hizo merecedor de cinco millones de pesos.
Premio. La entrega del premio metálico, de manos del presidente Leonel Fernández, también resulta otra victoria para Mercedes y Díaz, quienes pisaron la alfombra del Palacio Nacional con la fama, el orgullo y la persistencia que hace a un buen deportista.
El triunfo que comparten estos dos jóvenes dominicanos lo hace merecedor de la admiración de adultos y niños, y con ellos, la Esquina Joven de HOY conversó esta semana sobre diversos tópicos.
Los destacados deportistas están claros en que el deporte y la educación son fundamentales para mantenerse alejados de los vicios, tales como la drogadicción.
De lavador de carros a Campeón. En su intervención, Félix Díaz, oriundo de La Javilla, Sabana Pérdida, dijo que no le gustaba el boxeo y que incluso su padre lo inscribió en una liga de pelotas, pero con el paso del tiempo me convencí, quizás por mi temperamento, de que el boxeo era mi gran pasión.
En el barrio se dedicaba a lavar autos, labor que posteriormente dejó para concentrarse en sus entrenamientos.
Tras señalar que paralizó sus estudios estando en tercero de bachillerato, manifestó su intensión de concluir la educación media e ingresar a la universidad.
En el encuentro, el joven deportista, de 24 años de edad, mostró su interés de ayudar económicamente a su madre y familiares.
Creyente. Se definió como un creyente de Dios.
Al hacer mención de una cita bíblica que dice venid a mi todo el que esté cansado y yo lo haré descansar, Díaz dijo creer que la fuerza de Dios le ha dado la fortaleza necesaria para no desmayar en sus propósitos.
Cuando uno pone a Dios delante de todo, Dios hace magia, y lo ha demostrado porque nosotros que somos de aquí de un país pequeño y ganarle a potencias mundiales, sólo la fuerza divina de Dios puede lograrlo, enfatizó.
Díaz obtuvo medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 en la categoría Welter Junior (140 libras) al vencer al tailandés Manus Boonjumnong.
Polifacético. De su lado, Gaby, al hacer un pequeño relato de su vida, manifestó que en su natal Monte Plata limpió zapatos, fue cobrador de guaguas y posteriormente chofer, labores que ejercía concomitantemente con sus estudios.
Asimismo, narró como se inició en la disciplina del Taekwondo.
Precisó que un día acompañó a su padre a presenciar una competencia, entonces faltaba un competidor y mi papá le dijo al entrenador, pero incluye a Gaby porque yo lo veo tirando muchas patadas en el patio de la casa, ese muchacho se defiende.
Agrega que el entrenador, en principio se negó, pero ante la insistencia de su padre le entregaron un uniforme e hizo su primer debut. A partir de ahí le comenzó a gustar el deporte.
Participó en los Juegos Nacionales de Mao 97, donde siendo cinturón Verde por su destreza técnica lo llevaron a competir en Negro.
En el 98 abandonó temporalmente el deporte, ya que durante un viaje al exterior decidió quedarse, bajo el pretexto de que su sueño era viajar y ya lo había logrado.
Pero sus padres le insistieron y le dijeron que tenía que seguir en la disciplina y demostrar que él podía, por lo que debía vencer esos obstáculos y tropiezos.
Gracias a Dios eso me ayudó a tener esa fuerza de voluntad para retomar el deporte y seguir adelante y los frutos no podían ser mejores, precisó el joven de 28 años, estudiante de contabilidad en la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA).
Gaby obtuvo la medalla de plata al enfrentarse con el mexicano Guillermo Pérez. Aunque quedaron empates 1-1, los jueces dieron como vencedor al azteca por apreciación.
Estadía. Al referirse a su estadía en Beijing, Díaz y Mercedes explicaron que lo más difícil fue lograr vencer el idioma.
Yo quería una botellita de agua y me cansé de hacer ademanes que permitieran llevar el mensaje a mi interlocutor, pero nada, tuve que desistir, dijo entre carcajadas Díaz.
En cuanto a la comida no hubo inconvenientes, ya que había variedad para todos los gustos y paladares.
Planes inmediatos. Dentro de los planes inmediatos de ambos están seguir estudiando, continuar su carrera deportiva y dedicar más tiempo a sus familias.
Preparación. Los jóvenes atribuyen su triunfo a su preparación y a las largas horas de entrenamiento.
Nosotros no fuimos a los Juegos Olímpicos porque nos invitaron simplemente, sino porque clasificamos, en base a una preparación de años, enfatizaron.
Aunque en lo inmediato no han decidido con firmeza que harán con el dinero entregado por las autoridades, Gaby adelantó que su deseo es guardarlo y administrarlo de la mejor manera posible para asegurar el futuro de sus hijos.
Entienden que la pobreza no es un obstáculo para alcanzar el éxito, sino por el contrario constituye un impulso para lograr las metas deseadas.
Los protagonistas
Félix Díaz
Ganador Oro en boxeo
Residente en La Javilla, de Sabana Pérdida, Santo Domingo Norte. Hijo de Euclides Díaz Heredia y Dominga Guzmán. Está casado con Elizabeth Rosario y es padre de Félix Adonis y Jennifer. Es el segundo de cinco hermanos.
Gaby Mercedes
Ganador plata en TaeKwonDo
Oriundo de Monte Plata. Hijo de Gabriel Mercedes y Eufemia Reyes de los Santos. Está casado con Soribel Hernández, con quien procreó a los niños Ángel Gabriel y George Gabriel. Es el mayor de siete hermanos.