MEDIA NARANJA 
“Memorial de agravios”

MEDIA NARANJA <BR><STRONG>“Memorial de agravios”</STRONG>

ÁNGELA PEÑA
Tal como prometió, el Secretario de Estado de Cultura le respondió al historiador Emilio Cordero Michel lo que califica como “Memorial de agravios” publicado en el último número de la revista Clío. Lo que escribió Cordero Michel en “Noticias de la Academia” sobre la gestión del Ministro fue un cohete, aunque la descarga fue breve en sus líneas, pero contundente en sustancia.

La misiva de José Rafael Lantigua es larga. Seis páginas a un espacio. Es desahogo, explicación, reclamo, contestación, descarga, aclaración, queja. Refleja patético pesar por lo inesperado de los misiles del distinguido académico hacia el trabajo del reputado intelectual mocano. Es también el destello de una duda, porque al funcionario le da la impresión de que el texto “no procede de tu pluma, debido a que no se corresponde con la amistad que hemos tenido por años y el respeto y admiración que te he profesado siempre”.

Lantigua despeja cada señalamiento de Cordero. Detalla razones por las que no ha podido aumentar el presupuesto a la docta Institución. Dice que tanto a ese organismo como a la Academia Dominicana de la Lengua, ha querido igualarles el presupuesto al del Instituto Duartiano, que recibe 503 mil pesos, porque los tres merecen tratamiento similar, para demostrar haber ido más allá de las aspiraciones de la propia Academia de la Historia.

Lamenta que Cordero no le hiciera los mismos reconocimientos que el presidente de esa erudita casa, de que, por primera vez, las asignaciones llegan puntuales cada mes. En otra ocasión, recuerda Lantigua, le comentó personalmente “que era imposible cumplir tantas metas en el orden cultural, que con relanzar la Feria del Libro y llevar a cabo el programa de transformación del Archivo General de la Nación bastaba para que nuestra gestión fuera recordada siempre. Ambos proyectos han salido a tierra firme hace rato”, afirma Lantigua, orgulloso tanto del éxito de la Feria como del rescate del Archivo. Pero en su mandato se han efectuado infinidad de programas y actividades de los que él ofrece pormenores en esa copiosa correspondencia de respuesta a los “comentarios aviesos” de Cordero que contradicen  sus “esfuerzos cotidianos en procura de mejorar en todos los sentidos el Sistema Nacional de Cultura…”.

Le dolieron a Lantigua esos conceptos de “estrecha visión”, “obnubilación histórica”, preferencia por los espectáculos y “promoción personal” que le enrostró Emilio. Si todo lo que ha hecho es eso, manifiesta, “obviamente estamos frente a un caso de obnubilación perversa y de visión opaca de la realidad cultural nacional”. Dice que no aspira ni a regidor, no tiene vocación electoral, fue a la administración pública a servir, no a servirse de ella, “como hacen muchos”. Niega que contradiga, bloquee, frene las propuestas y programas de la Academia, puesto que a su presidente le ofreció respaldar cualquier proyecto que le presentase y “nunca ha llegado a nuestra mesa de trabajo una propuesta de la ADH en este sentido”. Agrega que “a pesar del agravio y la mentira” insertados “con objetivos que desconozco”, mantiene la promesa de apoyo. Y escribe: “Creo que el comentario de marras, bajo tu firma, está lleno de calificativos aviesos y dañinos contra mi persona, que desdicen la categoría de una institución que está llamada a servir a mejores fines y a no dar cabida en sus páginas a detracciones gratuitas como las señaladas”. Sin embargo, reitera admiración y respeto a Cordero Michel y le confiesa la satisfacción que sintió al honrarlo en la pasada Feria del Libro. Pero toda su familia y amigos cercanos, expresa, leyeron con dolor, y hasta con rabia, la apostilla de Clío. A él le produjo una sensación de pena que todavía le dura. “Creo que no me merecía tan vil comentario, sabiendo tú los esfuerzos enormes, con una salud afectada sensiblemente, que hago cada día para seguir echando hacia delante este carro de la cultura”. Y ya no me cabe más.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas