MEDIA NARANJA

MEDIA NARANJA

POR ÁNGELA PEÑA
El señor secretario de Cultura, licenciado Tony Raful, envía una carta de respuesta a la columna que se refería a la renuncia del doctor Roberto Cassá de la Comisión que evaluó el Archivo General de la Nación. La misiva del Ministro es extensa, por lo que resulta imposible comentarla o reproducirla completa. Sólo puedo decir que desconozco este Archivo que describe el distinguido poeta, no se parece al que acostumbro a visitar.

Explica Raful que luego de recibir la correspondencia, él y Cassá se reunieron y sostuvieron un diálogo en el que expusieron “los logros tangibles y concretos alcanzados por el Archivo, cumpliendo la Secretaría de Cultura con los planteamientos y requerimientos del documento de la Comisión Consultiva”. Entre esos logros cita la reinstalación eléctrica, nuevo alambrado e iluminación en varios almacenes, pasillos y exterior del edificio, construcción de caseta para generador eléctrico incluyendo cableado y preparación de sistema auxiliar de emergencia, pintura y reparación de puertas, ventanas y pisos, impermeabilización de techos, compra de equipos contra incendio, reconstrucción y equipado de cisterna contra incendio. Agrega que iniciaron la construcción de anaqueles modernos y cajas para el almacenamiento de documentos, que compraron e instalaron una planta de 150 KW y extintores de fuego, diez computadoras, una fotocopiadora y que se está ejecutando “la Página Web”.

“Del presupuesto sugerido por la Comisión Consultiva de alrededor de 26 millones de pesos, apenas pudimos conseguir alrededor de diez. Demostramos que los valores reales consignados en el presupuesto de la Comisión Consultiva habían variado en relación con la fecha en que fueron estimados y los reembolsos realizados”, afirma. Desmiente que los trabajos de reordenamiento del material se tomen diez años, como informaron a Cassá, “sino meses, quizás un año”. Aclara que el aumento de salario al personal no es asunto de Cultura, sino del presupuesto nacional y asegura que de las recomendaciones planteadas por Cassá y su equipo, ya han iniciado “las labores de rescate del Archivo”.  “Debo informarte que las actuales autoridades recibieron el Archivo en condiciones desastrosas y que faltaban alrededor de 24 millones de pesos para concluir los trabajos”, escribe, asegurando que aunque les resultó imposible conseguir esa suma, lograron poner el Archivo “en condiciones aceptables” y que “debido a la magnitud del problema y del estado en que actualmente se encuentra, “es importante que se formulen proyectos independientes como la automatización y digitalización de los fondos documentales, la capacitación del personal” (para la que hicieron cursos, dice) y las publicaciones”.

Y apunta: “Acordamos con el doctor Roberto Cassá, en presencia del doctor Andrés L. Mateo, la conveniencia de celebrar una reunión que se efectuará la semana entrante, con la finalidad de ilustrar a la honorable Comisión sobre los hechos y acciones que ésta ignoraba se habían ejecutado, de acuerdo al Diagnóstico entregado”, y que no quiere ocultar las miserias, pero que éstas no son responsabilidad de esta administración, ni de la anterior, “sino de un sistema deteriorado y en franca descomposición que demanda la unidad de acción de todos los intelectuales conjuntamente con una voluntad política para lograr el renacimiento del Archivo General de la Nación…”.

Se despide: “Lo único que te pedimos, Ángela, es que nos permitas expresar nuestro punto de vista, la idea justa del criterio frente a esa tendencia de “satanizar”, de condenar, de hacer “leña del árbol caído”, tan humana, “demasiado humana”, que no tardará en revertirse como oleada o como reflexión crítica contra sus propulsores, que en este caso no te alude ni a ti, que como periodista buscas la verdad, ni a genne seria y decente como Roberto Cassá y los demás integrantes de la Comisión Consultiva. Tuyo, Tony Raful”.

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