Hoy 
ÁNGELA PEÑA
Euclides Gutiérrez Félix llevaba años anunciando el libro que escribía sobre la Era de Trujillo y nunca publicaba. Ya, por fin, está en la imprenta.
Se llama Trujillo, Monarca sin corona del Caribe y es probable que supere en datos documentales, no de oídas ni inventados, cuanto se ha escrito sobre el personaje y su gobierno.
La espera valió la pena, según se puede comprobar en una detenida lectura a las pruebas. Con razón el distinguido historiador esperó tantos años para lanzarlo: además de un arduo trabajo de investigación, entrevistas testimoniales y otras búsquedas, el autor estuvo haciendo acopio de cuanto se ha publicado sobre el tema para rebatir, ampliar, negar, aclarar, agregar.
Algunos críticos del escritor y político comentaban que no se animaban con la salida del volumen porque el académico lo que haría sería plasmar sus vivencias durante el trujillato en el estilo anecdótico que acostumbra hacer sus exposiciones. Se equivocan. Esta es una obra escrita con rigor científico, apegada a los hechos, avalada por notas que indican la procedencia de las fuentes aun cuando se trata de impresionantes revelaciones.
Es estrictamente cronológico pero comentado. No escaparon al catedrático universitario acontecimientos políticos, sociales, económicos, culturales, familiares. Desde que nació el aclamado Jefe hasta su ajusticiamiento se narra la vida dominicana en su cotidianidad, que el minucioso cronista encontró en los censos, archivos oficiales y privados, declaraciones de testigos y protagonistas.
Interioridades del Concordato, el Partido Dominicano, las relaciones amorosas del Generalísimo, la Cartilla Cívica que redactó Ramón Emilio Jiménez, los amores anteriores de la primera dama, las demás mujeres del llamado Benefactor y Padre de la Patria Nueva, las cárceles, torturas, tramas, asesinatos políticos, opositores al régimen, crímenes, empresas estatales, curas genuflexos y rebeldes, Iglesia entregada y sacerdotes insurrectos, detalles de las expediciones contra el Gobierno, funcionarios ambiciosos, crueles, alcahuetes o rígidos, aventureros y esbirros, militares desalmados, colaboradores en momentos de esplendor o caídos en desgracia están ahí con sus nombres e insolencias. Los héroes y mártires figuran con el reconocimiento merecido.
Cuando circule Trujillo, Monarca sin corona del Caribe, el país tal vez se escandalice y quién sabe si algún valiente descendiente saldrá en defensa de la honra de un antepasado que Euclides Gutiérrez Félix cita con actuaciones desfachatadas, inmorales, ilícitas, deshonestas. Él sabrá. Además de historiador, es abogado.
