Media naranja
Gorditos impotentes

<STRONG>Media naranja<BR></STRONG>Gorditos impotentes

ÁNGELA PEÑA
En otros tiempos los presentaban frente a la chica deseosa de conjugar su amor, pero el coito no podía consumarse a causa de la prominente barriga del caballero y al pie del dibujo escribían, como un chiste: “Misión imposible”.

Hoy se ha comprobado científicamente que no es ningún relajo: la obesidad es una de las causas de disfunción eréctil.

 “Dos de cada tres varones que consultan por problemas de impotencia deben su ocurrencia a trastornos de tipo metabólico que a su vez es el resultado del sobrepeso corporal, más precisamente, de aquel exceso de peso que se acumula en la panza, afirma un reciente estudio  entre hombres de 40 y 70 años realizado por el doctor Pablo Knoblovits, encargado del Sector Andrología del Servicio de Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano. La noticia fue publicada por varios periódicos digitales, entre ellos “La Nación”, de Argentina, bajo el título: “Bajar de peso, solución para la disfunción eréctil”.

 Para solucionar sus problemas sexuales, dice, quienes padecen problemas eréctiles asociados con el sobrepeso, sólo necesitan deshacerse de esos kilos de más.

 “Hace tiempo se proponía que la disfunción eréctil es una manifestación de la enfermedad vascular temprana, señaló el médico, agregando que en la consulta veíamos muchos pacientes que tenían al mismo tiempo síndrome metabólico y disfunción eréctil”. De ahí su interés en realizar la investigación que arrojó ese detalle. “El resultado – explica- no dejó lugar a dudas: el 67 por ciento tenía, efectivamente, síndrome metabólico y el 73 por ciento presentaba resistencia a la insulina, una condición que integra el síndrome metabólico y que constituye un estadio previo a la diabetes tipo II”.

 “Lo que vemos -agregó- es que la resistencia a la insulina influye negativamente sobre los mecanismos que llevan a la erección”.  Knoblovits, añadió: “Y así como dan lugar a que se produzcan trastornos vasculares en otros vasos (como los del corazón) también ocasionan trastornos vasculares en los cuerpos cavernosos del pene”.

 Otro médico, Adrian Sapetti, psiquiatra, sexólogo, autor de “Los senderos masculinos del placer”, escribe: “Algunos obesos nos refieren que evitan los encuentros eróticos “para que no los vean así”, también hay otros en quienes “la gordura es un mecanismo de defensa para evitar los encuentros afectivos y eróticos”.

 Por dejadez, temor o vagancia, muchos gorditos disfuncionales prefieren dejarle el trabajo a un estimulante sexual, cuando el ejercicio, la dieta y la actividad física pueden resolverles ese problema o, al menos, evitarles la sofocación, el riesgo de un infarto y el exceso de sudor, haciendo placentero lo que les avergüenza o facilitándoles el gusto que se están perdiendo.

Publicaciones Relacionadas