ÁNGELA PEÑA
La disfunción eréctil parece que era en el hombre una preocupación tan antigua como la vida misma. Pero la mente estrecha de una sociedad atrasada hizo que sufriera callado su impotencia, desconociendo que podía encontrar eficaces soluciones  para ese mal aparentemente irreparable que menguaba su espíritu y su hombría, acorralándolo sin remedio. Hoy el tema se debate con libertad porque la falta de vigor no sólo es un impedimento al goce, es también la causa de enfermedades físicas y problemas emocionales que atentan contra la paz de la familia, el entorno del trabajo y del vecindario. Todo parece indicar que un varón con la naturaleza marchita es una potente amenaza para el mundo, una otrora fiera desafiante  ahora disminuida y frustrada con un estado de ánimo más peligroso que cuando era feliz por sus contundentes impulsos juveniles.

Ahora la sexualidad masculina se trata tan francamente como la problemática de la pobreza, la delincuencia, la deuda externa, la drogadicción, la inmigración o las guerras. Porque para los especialistas en el tema, “una persona que no lleva una buena vida sexual tampoco puede gozar de una buena salud. Por eso el sexo no sólo debe ser visto exclusivamente como la fuente de perpetuación de las especies ni como sólo un acto de placer en la vida de las personas, sino como una parte central en el desarrollo de una vida saludable y completa”, afirma la revista digital enplenitud.com, en un trabajo titulado “Soluciones naturales para la sexualidad masculina”.

Hierba de San Juan,  kava-kava, ginko bilova, ginseng,  yohimbine, son plantas, hojas o raíces que ofrece el artículo para combatir la impotencia. Si la disfunción es por factores psicológicos, recomienda la hierba de San Juan para la depresión y el kava-kava para la ansiedad. Pero agrega que es muy beneficioso “cualquier producto natural que mejore la salud circulatoria de un hombre y es que un corazón fuerte, unas venas saludables, un colesterol bajo, una presión sanguínea normal y una suficiente cantidad de sangre, sin dudas contribuyen a mejorar la salud sexual”.

Se concentra más en los productos vasodilatadores, “que provocan que los vasos por los que atraviesa la sangre se ensanchen y puedan así aumentar el flujo de sangre hacia varias áreas del cuerpo”. El ginko bilova, asegura, es uno de los más populares del mercado.

El ginseng, añade, es vigorizante y adaptógeno, ayuda a liberar óxido nítrico “lo cual mejora el flujo de la sangre y por consecuencia las erecciones”. Pero además, esta hierba, según enplenitud, “puede también ayudar a tratar la anorgasmia y la disminución de la libido”. En cuanto a la yohimbine señala que entre otros atributos, “es muy efectiva para revertir los efectos que los antidepresivos tienen sobre la disfunción sexual, para revertir el cansancio sexual y para combatir los problemas de erección”.

Los impotentes reaccionarán entusiasmados con tan nuevas y económicas buenas noticias. Sólo tienen que averiguar con cuales nombres se conocen en la República estas hierbas, por un lado, y por otro, no olvidar consultar a sus médicos si deciden tomarlas, recordando que a veces lo que levanta un muerto puede tumbar lo que queda vivo, sano y útil de otras partes más vitales del cuerpo humano.