Hoy 
ÁNGELA PEÑA
Siempre se afirmó que las únicas personas leales a su militancia eran los gays y las lesbianas, que nunca se supo de ninguno que después de enganchado a esos bandos cambiara de carril.
Dos reconocidos miembros de esos sectores, sin embargo, han desmentido esa creencia repetida.
Michael Glatze, antiguo editor de Young Gay America, y Charlene E. Cothran, editora de la revista lesbiana Venus Magazine, abandonaron recientemente esos estilos de vida y las páginas que antes eran utilizadas para estimular a otros jóvenes a esas prácticas, organizar marchas y manifestaciones defendiendo derechos de esos grupos, hoy son conmovedoras invitaciones a evitar pasar por esas experiencias.
El rescate de Glatze apareció en World Net Daily. Charlene anunció su vuelta a la normalidad en la publicación que dirige.
Ambas historias circulan por Internet y se reproducen en inglés y español en varios portales.
La homosexualidad, ejercida en mentes jóvenes, es por su misma naturaleza pornográfica. Destruye mentes impresionables y confunde su sexualidad cuando ésta se está desarrollando.
No me di cuenta de esto hasta que tuve 30 años, escribe Glatze. Sus dudas aumentaron, dice, repasando un vídeo de una intervención que hizo en un debate público en el que salía como experto del bando pro-homosexualismo. Como no tenía a quien acudir, se volvió a Dios y vio claro, asegura, que la homosexualidad nos impide encontrar nuestro auténtico yo interior… Creemos, bajo la influencia de la homosexualidad, que la lujuria no sólo es aceptable, sino que es una virtud, explica. Salir del armario de la influencia de la mentalidad homosexual fue la experiencia más liberadora, hermosa y asombrosa que he tenido en toda mi vida, manifestó.
Charlene pudo cambiar después que me he rendido completamente a las enseñanzas de Jesucristo, cuenta, y agrega: Acepto plenamente que las relaciones entre el mismo sexo no es lo que Dios quiere para nosotros. Su confesión, ¡Redimida! Diez maneras de salir de la vida de gay, si es que quieres, puede leerse en http://venusmagazine.org/Espanol.html. Es patética.
Hay testimonios de muchas otras conversiones de homosexuales. El viejo y socorrido convencimiento de que el que entra no sale, se está desmoronando.
