ÁNGELA PEÑA
Los niños del mundo vivirán una histórica y hermosa aventura con «Las mariposas», el bello libro para la población infantil que escribió Rosa Francia Esquea, siempre preocupada por instruir a la niñez a través de modelos fascinantes.

Este ejemplar precioso en su formato, sus objetivos y contenido, cuenta la vida de las hermanas Mirabal como relato de madre a hija para dejar grabado en el corazón y en los sentimientos infantiles el valor de la libertad y lo despreciable que es vivir bajo el oprobio.

Adaptado a la comprensión de las pequeñas mentes, Rosa Francia utiliza mariposas para simbolizar a Patria, Minerva y María Teresa. Trujillo es el escorpión «gigante y maligno al acecho, que no permitía que nadie, absolutamente nadie, fuera libre y feliz».

La autora no solo se adentró en investigar el discurrir y el trágico final de las mártires sino también en el estudio de las mariposas para poder tejer su obra acorde con los colores, piruetas, preferencias, olores, formas, variedades, vuelos y aleteos de esa especie con la que representa el proceso de las tres patriotas hasta culminar con la desventura de sus muertes.

Amaya Salazar realizó las coloridas ilustraciones de este cuento que viene premiado con un poema introductorio, Mis mariposas, y que trae en su prosa infinidad de lugares y personas familiares, comunes. Al final incluye un glosario.

«Eran habilidosas y no perdían tiempo; se pasaban el día y la noche teje que teje, y en esa labor se alternaban las mariposas diurnas y nocturnas. Ellas sabían, lo sabían muy bien, que lo que hacían era peligroso, porque el alacrán tenía como confidentes a muchas alimañas dispersas por todas partes y la red estaba tan extendida que difícilmente podía pasar inadvertida», narra Rosa Francia.

Y así, hasta llegar a la dramática caída de las mariposas, porque «el alacrán fue informado de lo que ocurría y como era tan cruel, su aguijón estaba ya repleto de veneno y listo para atacar».

Este cuento, llevado a la niñez en estilo sencillo, es un canto a la Patria, auspiciado por la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Es breve, se lee en minutos, pero en apenas 53 páginas está escrito lo que se ha tratado en volúmenes inmensos que pocos infantes habrán entendido.