Media naranja 
Los evangélicos y la Virgen María

<span><span><span><strong>Media naranja <br/></strong>Los evangélicos y la Virgen María</span></span></span>

ÁNGELA PEÑA
Dentro de las religiones llamadas «protestantes», hay un club de fanáticos cuyo único discurso es aconsejarle a todo el que encuentran que se arrepienta, que Cristo viene. Preguntan con insistencia, desconociendo la realidad espiritual de cada cual, cuándo es que uno va a buscar «de Dios».

Invitan a prepararse para la muerte, como si los demás exhibieran el último pecado cometido, y si están frente a un católico no desperdician la ocasión para acabar con la Virgen.  Así proceden generalmente unos «arrepentidos» que antes fueron pecadores impenitentes, lo que confiesan con orgullo patético.  Fueron prostitutas, ladrones, drogadictos, corruptos, atracadores, adúlteros, chicas beeper, celestinas, y Dios los llamó.  Son la gente más desconsiderada con el que no milita en su iglesia y los más irreverentes contra María. Irracionales e irrespetuosos con las creencias de los demás, son «nuevos cristianos» que actúan con la Palabra igual que los nuevos ricos con sus posesiones materiales.  En los evangélicos de cuna no se observa esa conducta. Nunca se ha oído a ninguno tratando de convencer a un hijo de la Apostólica Romana a que se cambie.  Por eso me llena de satisfacción reproducir esta carta del reverendo Samuel Santana, en respuesta al comentario sobre la película Nativity.  Es primera vez que escucho a un «protestante» hablar en términos tan elogiosos y reverentes de la Virgen María.

 

«He leído con gran detenimiento su columna Media Naranja del día 29 de diciembre del 2006 sobre la película «Natividad» y  que describe rasgos supuestos de la Virgen María. A los protestantes (término aplicado a los evangélicos por lo de la Reforma de Martín Lutero) se les atribuye mantener una actitud sumamente negativa en cuanto a  María, la madre de Jesús de Nazaret. Sin embargo, debo aclarar que esta es una idea muy alejada de la realidad. Los protestantes mantienen en su teología el planteamiento claro de que ella fue una mujer santa, pura, integra y de gran devoción a Dios. Fue precisamente por esas dotes piadosas que el Espíritu Santo vino sobre ella para realizar la obra de la encarnación. Es injusto pensar que el protestantismo se pondrá al lado de cualquier teoría, planteamiento o, como en este caso, film que trate de denigrar la integridad espiritual, moral y devocional de María, la madre de Jesús. Nunca puede ser aceptada por los evangélicos la imagen de una María poco caritativa, de fe tambaleante y  enamorada de mozalbetes. La forma en que la autora de Natividad presenta la relación de la madre de Jesús con José, es algo que está fuera de los textos sagrados y de las fuentes extrabíblicas reputadas. Esto no es más que una pura especulación maliciosa. Más aún, este planteamiento está muy distante de lo que era la cultura de la época. La película plantea una relación desde el punto de vista occidental. Una de las canciones que más éxito ha tenido en Estados Unidos en el 2006 dentro del mundo protestante fue Mary did you know, la cual despierta un gran sentimiento de valoración al papel que la virgen realizó al traer al mundo al Hijo de Dios. Cualquier cosa que tienda a denigrar el papel, la vida y obra de María, nunca podrá ser compartida por los protestantes. Claro está, hay divergencia entre la teología católica y la protestante con relación a ciertos puntos doctrinales, como es el caso de la adoración, la virginidad actual, los hijos y las plegarias a ella. Pero hay una unidad de criterio sólido en cuanto a su dignidad, pureza, ministerio, escogencia, fe, devoción y sometimiento a la voluntad de Dios.

Atentamente,

Rev. Samuel Santana.

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