Florida, EE.UU. — Los Medias Rojas de Boston comenzaron a llegar el lunes al entrenamiento de pretemporada. Y entre ellos no figuraba David Ortiz. Por primera vez desde 2002, “Big Papi” no está en el roster.
“Esto va a ser diferente”, reconoció el intermedista Dustin Pedroia. “Él ha estado acá cada año en que yo he participado. Sólo debemos encontrar la forma de sobreponernos a su ausencia. Hará falta un esfuerzo colectivo para hallar la manera de conseguir eso”.
El dominicano se retiró en octubre, luego de ayudar a que Boston ganara tres veces la Serie Mundial, rompiendo una sequía de títulos que se remontaba a 1918. Conectó 541 jonrones en 20 campañas dentro de las Grandes Ligas y decidió que no jugaría más, a los 41 años.
Su compatriota Hanley Ramírez ha ocupado su casillero, cerca de la salida hacia el vestíbulo y la cafetería de los peloteros. De igual modo, se espera que Ramírez se haga cargo de buena parte de las funciones que desempeñaba Ortiz como bateador designado, aunque Mitch Moreland cumpliría también con algunos turnos.
“Nadie va a reemplazar a Ortiz”, aceptó Moreland. Ortiz encabezó la Liga Americana con un slugging de .620 el año pasado, en el que bateó para .315, con 87 extrabases y 127 impulsadas. Moreland, quien firmó un contrato por un año y 5,5 millones de dólares con Boston después de pasar las últimas siete temporadas con Texas, aportó 43 extrabases y 60 remolcadas el año anterior.
Ramírez, en una de sus mejores campañas con el madero desde 2008, sumó 59 extrabases y 111 empujadas. “Sin importar quién estuviera disponible para nosotros, nunca íbamos a reemplazar a David”, comentó el manager John Farrell.
El jardinero Mookie Betts echará de menos la compañía de Ortiz para analizar el trabajo de los lanzadores rivales durante los juegos. “Estoy seguro de que será algo extraño. Nunca he jugado sin él”, expresó Betts. “Tenía una experiencia que ninguno de los jóvenes tenemos. Las risas, las bromas y ese liderazgo.
Tenemos algunos chicos que pueden aportar algo así, pero nadie es David Ortiz”. Buena parte del liderazgo estaría ahora sobre los hombros de Pedroia. Cuando se le preguntó qué sentía por ocupar el lugar de Ortiz como el “líder veterano” en los vestuarios, el pelotero de 33 años se encogió de hombros. “Evidentemente lo voy a extrañar.
Todos vamos a extrañarlo”, respondió Pedroia. “Estoy seguro de que si necesito un consejo, todavía tengo su número telefónico. No se irá, siempre estará de nuestro lado y será una parte importante de lo que hacemos”.