Medias Rojas por otra corona

Medias Rojas por otra corona

Boston (AP).- Hay un nuevo monstruo en Boston y el mismo costó una friolera de 103 millones de dólares. “El Monstruo” es el apodo de Daisuke Matsuzaka, el pitcher japonés con el que los Medias Rojas pretenden volver a la postemporada.

Matsuzaka le costó a Boston más de $100 millones…y quieren recuperar su inversiónUn verdadero frenesí ha acompañado la llegada de Matsuzaka, el jugador más valioso del Clásico Mundial del año pasado, la nueva atracción en el Fenway Park y su “Monstruo Verde”, como se le conoce a la cerca en el jardín izquierdo.

Para comenzar un enjambre de periodistas japoneses, alrededor de 150, se ha acreditado para cubrirlo. Sus salidas de pretemporada se pasan en vivo y horario de madrugada en su país. Tiene traductores, guías y masajistas a disposición.

Además, el coach de pitcheo John Farrell y el catcher Jason Varitek están aprendiendo frases en japonés y hasta tendrá a un connacional como compañero en el caso del relevista Hideki Okajima.

Y es que los Medias Rojas quieren que la adaptación de Matsuzaka en las mayores sea perfecta, emulando el ejemplo de éxito de Ichiro Suzuki y no el fiasco de Kaz Matsui.

Lo están tratando con manos de seda y no sólo por la cantidad de dinero que costó su fichaje: 51,11 millones sólo para tener el derecho de negociar y luego los 52 millones del contrato final.

Esta vez, los Medias Rojas cruzan los dedos para que sus adquisiciones rindan a diferencia de lo ocurrido el año pasado, cuando Josh Beckett no llenó las expectativas del as que esperaban y Coco Crisp no pudo hacer olvidar a Johnny Damon en el bosque central.

Aparte de Matsuzaka, los otros refuerzos de lustre son Julio Lugo y J.D. Drew, que en teoría deben hacer resurgir un ataque que sigue con Manny Ramírez y David Ortiz como los cañones principales.

“La primordial tanto para él como nosotros es que puede salir a lanzar de la misma forma que lo hacía en Japón y no cambiar las cosas sólo porque ahora se encuentra en los Estados Unidos”, dice Farrell.

Se trata de una apuesta enorme por parte de los Medias Rojas, pero con dividendos que podrían ser exponenciales para un equipo que viene de un tercer lugar en la división Este de la Liga Americana con récord de 86-76.Fue la primera vez en ocho años que los Yanquis y Medias Rojas no quedaron primero y segundo en ese orden.

La razón del fracaso radicó en que Beckett, pese a ganar 16 juegos, acumuló una efectividad de 5.01 y dentro de una rotación llena de emparches.

Curt Schilling, el otro as, tuvo una campaña de altibajos al registrar foja de 15-7 y el nudillero Tim Wakefield anduvo lesionado.

En los papeles, un trío Schilling-Beckett-Matsuzaka al máximo de su nivel dejaría mordiendo el polvo a los demás.

Y no hay que olvidar que Jonathan Papelbon deja el bullpen, donde el año pasado se apuntó 35 rescates como novato, para abrir. También tienen en lista de espera al prometedor zurdo Jon Lester, recuperado tras un tratamiento por un tumor en los tejidos linfoides.

La gran interrogante en el equipo es precisamente quién será el encargado de cerrar los partidos.

Todos los dedos apuntan al puertorriqueño Joel Piñeiro, abridor durante sus siete campañas anteriores en Seattle.

Si Piñeiro no diese la talla, el piloto Terry Francona tiene como alternativas al dominicano Julián Tavárez, Mike Timlin, Craig Hansen y Brendan Donnelly.

En el plano ofensivo, las adiciones del dominicano Lugo —torpedero y primero al bate— y Drew —guardabosques derecho— le darán más potencia a una alineación que ya tenía al binomio quisqueyano Ortiz-Ramírez.

Ortiz, bateador designado, viene de establecer un récord de jonrones en un año para la franquicia con sus 54 cuadrangulares en el 2006, además de liderar la liga con sus 137 impulsadas.

Pese a una tendinitis en la rodilla derecho que lo marginó en agosto, el jardinero izquierdo Ramírez cerró con promedio de .321, 35 vuelacercas y 102 remolcadas.

Con Drew (.283, 20, 100) bateando como quinto, los pitchers rivales no estarán muy tentados en concederle la base por bolas.

Mike Lowell aterrizó en el 2006 dentro de la transacción con la que se obtuvo de los Marlins a Beckett y el tercera base boricua se ha quedado para una segunda temporada.

Lowell bateó para .280, 20 jonrones y 80 remolcadas, guarismos que reflejaron una importante mejoría tras el .236 del año previo y 58 impulsadas. También es seguro con el guante: sus escasos seis errores fueron su cifra más baja en siete campañas.

Se estrena una combinación en el medio del cuadro interior y los Medias Rojas esperan que la nueva perdure. En las últimas 10 temporadas, han tenido a ocho intermedistas y seis torpederos.

Lugo (.278, 24 robos) acompaña al prospecto Dustin Pedroia, quien recibirá la oportunidad de demostrar que tiene la madera para ser el intermedista.

Kevin Youkilis (.279 y 91 pasaportes) repite en la inicial, donde demostró buenos reflejos y habilidad para fildear tiros desde ángulos difíciles.

También ayudará que Crisp (.264, 8, 36) y el capitán Varitek (.238, 12, 55) repunten tras un flojo rendimiento con el madero a raíz de lesiones.

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