A finales del año pasado se celebró en Santo Domingo, República Dominicana, el I Congreso Internacional de Medicina Integrativa, donde tuve el honor de participar como uno de sus Conferencistas Plenarios invitados, junto a colegas de otros países. El tema del Congreso era apasionante:”Lo mejor de lo tradicional con lo mejor de lo convencional”. 

En lo personal, prefiero el término de “Integrativa” antes que el de “Alternativa” que ha sido acuñado sobre todo en revistas y publicaciones de los Estados Unidos. Este último término da idea de exclusión de una sobre la otra, lo cual no es el caso.  Allí se dieron cita profesionales de la Medicina de diferentes especialidades, por lo general bastante renuentes a las prácticas de la Medicina Natural y Tradicional, junto a practicantes de la medicina herbolaria y otras prácticas medicinales ancestrales de las culturas indígenas, americanas y asiáticas, muchas veces carentes de las evidencias científicas que justifiquen su empleo, pero que han encontrado su validación en siglos de prácticas, aún antes de que existiese la Medicina como Ciencia. 

En nuestro ámbito cultural occidental resulta a veces difícil entender los conceptos y aplicaciones de las culturas indígenas en la Medicina Natural y Tradicional.  El asunto radica en aceptar que las experiencias de ambas culturas resultan válidas en términos de salud.  Al final, el resultado fue gratificante: los profesionales de ambas partes estuvieron de acuerdo en integrar sus esfuerzos, desde sus posiciones, en la búsqueda del objetivo supremo de la Medicina: prevenir, sanar o paliar los padecimientos o síntomas del paciente; así como convocar a un próximo encuentro en el 2010. 

Es una realidad que muchos profesionales, médicos o no, en ocasiones se cuestionan las prácticas y procedimientos de la Medicina Natural y Tradicional, unas veces con razón y otras no.  Hay apasionamientos, de un lado y del otro, y siempre se encuentran fundamentos válidos desde ambas partes.  Por lo tanto, me permitiré aportar algunos elementos e informaciones que considero válidos, con el ánimo de favorecer tanto la integración como la investigación en ese campo de la Medicina.

Dentro de las Pautas Generales para las Metodologías de Investigación y Evaluación de la Medicina Tradicional emitidas por la OMS se define la Medicina Tradicional como “…el conjunto de conocimientos, aptitudes y prácticas basados en teorías, creencias y experiencias indígenas de las diferentes culturas, sean o no explicables, usados para el mantenimiento de la salud, así como para la prevención, el diagnóstico, la mejora o el tratamiento de enfermedades físicas y mentales.” La OMS recomienda, por tanto:

Apreciar el uso de la medicina tradicional como parte de la atención primaria de salud para incrementar el acceso y la preservación de conocimientos y recursos.  Garantizar la seguridad del paciente mediante la mejoría de las habilidades y el conocimiento de las prácticas de medicina tradicional.

El Sistema Cubano de Salud integró la práctica de la Medicina Natural y Tradicional a las prácticas y procedimientos de la Medicina convencional (por llamarla de algún modo) desde principios de la década de los 90 del pasado Siglo, para lo cual contó con el apoyo e impulso del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.  Ese apoyo ha tenido y tiene una base importante dentro de la estrategia de la Guerra de Todo el Pueblo, a lo cual ha conducido el bloqueo y la actitud siempre agresiva del Gobierno de los Estados Unidos contra Cuba. Es decir, la aplicación de productos y procedimientos terapéuticos en condiciones de bloqueo total y guerra ante la ausencia de medicamentos y equipos médicos.

De forma paralela, en esos mismos años, el Ministerio de Salud Pública de Cuba  organizó y puso en funcionamiento una red de instituciones regulatorias y coordinadoras para la evaluación y aprobación de productos, equipos médicos (terapéuticos y diagnosticadores) y procedimientos, cuyo objetivo es garantizar la eficacia y seguridad de su empleo en los pacientes y población en general, lo cual incluye también el sistema de Medicina Natural y Tradicional.  Sin embargo, ello no excluye que, en determinadas ocasiones y circunstancias, surjan productos y procedimientos que han eludido estas regulaciones (por desconocimiento o negligencia) y, en ocasiones, ganan popularidad dentro de la población. 

Por otra parte, existe un Sistema de Ciencia y Técnica que recibe, evalúa y aprueba o no los Proyectos de Investigaciones en temas de la salud.  Sin embargo, el diseño de la investigación, y de ahí su rigor metodológico, es aún una materia pendiente entre muchos investigadores, médicos o no. Según las estadísticas del MINSAP de los últimos 5 años, más del 50 % de los Proyectos de Investigación que se han presentado a los diferentes Programas son rechazados por deficiencias en el diseño. Dentro de ese universo de investigación es significativo la poca presencia de Proyectos relacionados con procedimientos de la Medicina Tradicional, no así en el caso de la Medicina Natural (se investigan muchos productos naturales), y es prácticamente nula la presencia de Proyectos de Investigación propuestos por especialistas de otros campos de la Ciencia, que mucho tienen que aportar a la Medicina.

Dentro del campo de la Medicina Natural y Tradicional hay un terreno fértil para la investigación científica.  Pero los métodos y enfoques pueden ser muy diversos. Una tendencia generalizada ha sido la de enfocar la investigación desde la especialidad y no desde el universo de especialidades que deben confluir para alcanzar el objetivo de la investigación. La conclusión: aún no se alcanza la integración de especialidades en el diseño de los Proyectos de Investigación.

Importante

En el sitio web de la OMS (Medicina Tradicional) se plantea, además:

“La OMS y sus Estados Miembros cooperan en la promoción del uso de la medicina tradicional para la salud. La colaboración en este campo pretende:

? Apoyar e integrar la medicina tradicional en los sistemas nacionales de salud en combinación con la política nacional y las regulaciones de productos, procedimientos y proveedores para garantizar la seguridad.

? Garantizar el uso de productos y procedimientos seguros, efectivos y de calidad sobre la base de la información disponible.

El dato

Existe la necesidad de integrar las disciplinas de investigación científica.  El liderazgo de una investigación no lo otorga el saber mucho de una disciplina, sino el de saber hablar el lenguaje de todas  las especialidades que integran un Proyecto.  No se puede ser absoluto en cuanto a los métodos de investigación científica. No se trata de imponer, sino de explicar, convencer, demostrar y persuadir.  Esto es necesario hacerlo muchas veces.  Cuando eso se hace, la idea triunfa.