Medicina preventiva

<STRONG>Medicina preventiva</STRONG>

El papel de Salud Pública es abogar porque se realice una medicina hacia la prevención más que a la curación, ya que está comprobado que la medicina preventiva genera menores gastos para el paciente e incluso para el país, pues su principal objetivo es disminuir la posibilidad de padecer una enfermedad.

La doctora Nicida Beltré, nos explica que hay dos formas de prevenir:

  • Prevención primaria es cuando se lleva un estilo de vida saludable (comer bien, mantenerse físicamente activo cada día, y evitar el consumo de alcohol.
  • Prevención secundaria en la que se realizan exámenes médicos regulares, para detectar anormalidades, diagnosticar a tiempo y poner en tratamiento en caso de enfermedades.

Infancia. En esta etapa el primer objetivo de la prevención se cumple principalmente mediante la inmunización  o vacunas contra determinadas enfermedades.

Educación  y orientación a los padres en lo relativo a aspectos de alimentación, aseo dental, estilos de vida saludables y prevención de accidentes.

Beltré, explica que hasta los seis meses se debe llevar un control  de 15 días, al mes de vida y luego en forma mensual.

  • 6 a 12 meses: Control cada dos meses.
  • 12 a 24 meses: Control cada tres meses.
  • 2 a 6 años: Control cada 6 meses.
  • 6 a 15 años: Control anual.

Actividades específicas de la supervisión de salud 6 meses: Vacuna DPT-Polio. (Evaluación ocular).

  • 6 y 12 meses. Control de presión arterial.
  • 12 meses: Vacuna, Hemograma para detectar anemia en población de riesgo
  • 4 años: Vacuna DPT-Polio. Control de presión arterial.
  • 5 años: Control de presión arterial. Screening de audición con audioscopia.

Adolescencia. Los más grandes riesgos para la salud de los adolescentes son: los accidentes de tránsito, el suicidio, enfermedades de transmisión sexual, especialmente VIH-SIDA, depresión o trastornos emocionales, dependencia o hábitos al  tabaco, alcohol y drogas.

Las jóvenes adolescentes tienden a tener cambios en la forma de alimentación para cuidar su imagen, desencadenando a veces en una bulimia y anorexia por una parte y por otra parte obesidad.

Adultez. Hombres. Se recomienda a las personas del sexo masculino mayores de 20 años someterse periódicamente a una serie de estudios que permitan al médico realizar una valoración del estado de salud actual y reducir los riesgos de enfermedades características de cada una de las etapas de la vida.

A los 30 años. La etapa ideal para comenzar a prevenir enfermedades degenerativas y para evaluar la función del corazón, hígado, riñones y pulmones, además de verificar los niveles de triglicéridos y colesterol.

Estudios sugeridos: Química Sanguínea, Biometría Hemática, Examen General de Orina, prueba ELISA, radiografía de tórax sobretodo la visualización física de corazón y pulmones, Espirometría (pruebas respiratorias para medir la función pulmonar), Electrocardiograma en reposo y HIV.

A los 40 años. Durante estos años se debe estar muy alerta para evitar los riesgos de padecer cáncer en cualquiera de sus formas, principalmente el de próstata, estómago o pulmón. Asimismo, se debe comenzar con la valoración del estado y funcionamiento del corazón.

Estudios sugeridos: Biometría Hemática, Química Sanguínea, Electrocardiograma de esfuerzo, Examen General de Orina, prueba ELISA de HIV y Examen de Antígeno Prostático (PSA). En caso de que el médico lo crea conveniente debido a la sintomatología en torno a males como reflujo, hiperacidez u otros padecimientos gastrointestinales o se tengan antecedentes familiares de cáncer gástrico, se recomienda la Endoscopía Gastroesofágica y colonoscopia.

A los 50 años. Es la etapa caracterizada por el inicio de la osteoporosis, la elevación de lípidos (grasas) y la aceleración del endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis). Por ello es indispensables realizarse la Densitometría Ósea y la Química Sanguínea de forma periódica.

Estudios sugeridos: Biometría Hemática, Química Sanguínea, Tele de Tórax, Ultrasonido abdominal y de próstata, Examen General de Orina, Electrocardiograma de esfuerzo, Prueba ELISA y Examen de Antígeno Prostático. Sólo en caso de que el médico lo solicite se debe llevar a cabo una Resonancia Magnética, eco cardiograma.

Mujeres.  Los diversos cambios que sufren las mujeres a lo largo de la vida son paulatinos e intermitentes, y se relacionan estrechamente con factores como la edad, carga genética y estilo de vida. Por ello, y para contribuir a una mejor calidad de vida, es necesario que ellas también se realicen algunos exámenes médicos específicos dependiendo de su edad.

A los 20 años. Biometría Hemática, Química Sanguínea, Examen General de Orina, Colposcopía, Papanicolaou (si ya inició vida sexual), Ultrasonido Pélvico y perfil hormonal. Debes estar muy alerta de cualquier alteración en la menstruación, mamas o genitales.

A los 30 años. Ultrasonido Mamario, Ultrasonido Pélvico, Papanicolaou, Colposcopía, Biometría Hemática, Química sanguínea y Exámen General de Orina. Esta es la etapa ideal para comenzar con la prevención de las enfermedades degenerativas, por ello es indispensable realizar una química sanguínea para verificar la función del hígado y de riñones, los niveles de triglicéridos y colesterol, así como de las enfermedades transmitidas sexualmente.

En el caso de la maternidad hay que seguir el consejo de un embarazo de 12 meses cuyo objetivo es evaluar durante tres meses la salud de la pareja antes de la gestación y preparar a la madre para que el futuro bebé tenga todo lo necesario para su óptimo desarrollo.

A los 40 años. Mamografía, Papanicolaou, Colposcopia, Biometría Hemática, Química sanguínea de y Examen General de Orina. Durante estos años debes estar muy alerta para evitar los riesgos de padecer cáncer en cualquiera de sus formas. “Recuerda que el cáncer cervicouterino es el segundo más frecuente en nuestro país, por ello es indispensable que te realices el Papanicolaou cada año”, explica la internista.

Al principio de esta etapa es el momento óptimo para comenzar a realizarte de forma anual la mamografía (radiografía especial para descartar los inicios de cáncer de mama).

A los 50 años. Biometría Hemática, Química sanguínea y Examen General de Orina, Mamografía, Colposcopía, Papanicolaou, Ultrasonido Pélvico y Perfil Hormonal. Esta etapa se caracteriza por la disminución del metabolismo y de la cantidad de hormonas. Ambas situaciones predisponen a la osteoporosis, la elevación de lípidos (grasas) y aceleración del endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis). Por ello son indispensables la densitometría ósea y la química sanguínea periódica. También es útil para saber cómo fija el organismo el calcio en los huesos y el grado de resistencia de los mismos.

De los 60 en adelante. Biometría Hemática, Química sanguínea de 27 elementos, Examen General de Orina, placa de tórax y electrocardiograma. Es sumamente importante monitorear los niveles de azúcar en la sangre para evitar problemas a futuro, por ello es necesario medirla cada seis meses.

Además de las pruebas de laboratorio para conocer cómo funciona el páncreas es necesario tomar una radiografía para monitorear los pulmones y un electrocardiograma.

Nota: Todo paciente que se le indica las pruebas de laboratorio previamente se le ha realizado una buena historia clínica donde se puede detectar cualquier problema de salud, los exámenes mencionados solo son de forma preventiva en personas asintomáticas.

Después de los 60 años la prevención en mujeres y hombres es muy parecida exceptuando estudios hormonales y específicos de órganos de cada sexo.

Revisiones constantes. Para evitar cualquier sorpresa, es ideal que todas las personas se sometan a exámenes físicos una vez al año y así valorar su salud.

Precauciones generales:

  • Evitar las caídas en los ancianos por medio de:
  • Rampas en todos los lugares públicos y privados.
  • Barras sujetadoras en el baño.
  • Bastón o andador.
  • Pasamanos o Barandillas.

Beltré, recomienda algunos hábitos para vivir en salud:

  • Las frutas y los vegetales deben ser ingeridos diariamente en buena cantidad, las legumbres y granos, pescado, aves  de preferencia las carnes rojas.
  • Cantidad adecuada de calcio, especialmente en adolescentes (1,300 mg por día); y en mujeres, después de la menopausia (1,200 mg por día)
  • Abundantes líquidos esencialmente agua pura.
  • Hacer ejercicio físico por lo menos una hora diaria.
  • Hacer de nuestro trabajo deleite, evitar el stress.
  • Finalmente tener buena relaciones interpersonales y dar mucho amor.

Terminaremos diciendo que si ponemos amor a lo que hacemos seremos felices, pero sobre todo muy saludables.

Agradecimientos a la doctora María Nicida Beltré, internista- neumóloga.

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