Los medicamentos que habrían sustraido tres empleadas del hospital José María Cabral y Báez son de muy alto costo y estaban destinados a pacientes de escasos recursos de cuatro provincias del Cibao.
Así lo informaron el director de ese centro, el doctor Ernesto Rodríguez, y Artemio Valdez, el abogado apoderado del caso.
Por el hecho guardan tres meses de prisión, como medida de coerción, Solangel Taveras García, encargada del área de Farmacia, y Francisca Isabel Ramírez. A la imputada Jennifer Medina se le dictó presentación periódica e impedimento de salida.
El doctor Rodríguez calificó de irresponsable la forma en que las imputadas y otras personas cuestionan la denuncia del desfalco y el sometimiento a la Justicia.
En ese sentido, manifestó que estas tienen todo el derecho de defenderse, pero que no se diga ahora que ellas fueron las primeras en hacer la denuncia porque no es verdad.
“Ahora se ha tratado de sacar del escenario jurídico el caso, de que nosotros fuimos los que denunciamos y no ellas. Están tratando de cuestionar la manera responsable con que denunciamos el desfalco”, dijo.
Con relación al monto de las medicinas robadas, Rodríguez y Valdez indicaron que hasta el momento se calcula que asciende a más de dos millones de pesos.
Familiares protestan. Mientras se ofrecía la conferencia de prensa, familiares y amigos de Taveras y Ramírez protestaron frente al centro de salud, denunciando que contra sus parientes se comete injusticia.
Asimismo, expresaron que estas son inocentes y que esperan que se haga justicia.