A Luis López Tallaj se le puede calificar de cualquier cosa, menos de modesto. A sus tempranos 32 años no se sonroja al decir que aspira a ser el mejor cirujano plástico no sólo de República Dominicana, sino del mundo, que es mucho decir.

Y es que él, impecablemente vestido con traje gris, camisa blanca y corbata rosada, parece regodearse al enumerar los méritos que, conforme sus propias palabras, le llevan por ese camino: ha creado una técnica, debidamente comprobada, que deja al paciente un ombligo de apariencia natural después de haber sido sometido a una abdominoplastia, o lo que es lo mismo, estiramiento del estómago; es el único dominicano que ha aparecido firmando un artículo –a propósito de su gran creación– en el prestigioso órgano de difusión de la Asociación Americana de Cirugía Estética; es el cirujano plástico que más “hermosea” a la diáspora femenina nativa radicada en Estados Unidos; ha escrito el libro Aportes a la Cirugía Plástica Dominicana, posee su propio portal en Internet, y en ambos, “contribuyo a desmitificar la especialidad”.

La abdominoplastia es un procedimiento mediante el cual se elimina el exceso de grasa y piel que sobra de la barriga. Literalmente se “estira” la piel desde la boca del estómago hasta el bajo vientre, eliminando todo exceso de pie; se sutura al nivel de la línea del biquini, por lo que el ombligo queda descuadrado si no se ejecuta el procedimiento correcto.

Un ombligo al estilo del doctor López Tallaj

Sus éxitos se iniciaron años atrás. Graduado de médico en 1995, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, este santiaguero de clase social acomodada, finos modales y hablar correcto, emprendió viaje hacia Brasil con un norte claro: hacer la especialidad en cirugía estética y reconstructiva en uno de los centros más acreditados del mundo, el hospital Santa Casa de Misericordia, en Río de Janeiro, allá, en la sede del archifamoso cirujano plástico Pitangue, hacedor de fisonomías de ricos y famosos. Y es aquí donde desarrolló su “técnica rectangular” junto al médico brasileño José de Gervais.

“En la cirugía plástica abdominal existe lo que se llama transposición umbilical o lo que es lo mismo: el ombligo se libera en forma circular de la piel circundante en el abdomen, en su posición original. Realizado esto, mantenemos el pedículo del que el ombligo va a permanecer adherido a la fascia, o aponeurosis, de los músculos rectos abdominales.

Cuando realizamos la aplicatura (aproximación mediante una sutura de los músculos recto abdominales que se produce por el embarazo, la gordura y la avanzada edad) acortamos, mediante una sutura, el pedículo del ombligo. En la última etapa del procedimiento, cuando retiramos el exceso de piel y grasa, suturamos en la línea del biquini. El ombligo no se ve porque queda debajo de la piel, de donde será sacado nueva vez”.

“Procedemos, entonces, a dibujar en la piel donde será suturado el ombligo, un rectángulo que mide 1.5 x 0.5 centímetros. Retirando la piel y la grasa contenida en dicho rectángulo, hacemos una sutura especial en el cono creado por el rectángulo, dando al nuevo ombligo la apariencia natural y armónica desde el punto de vista estético”.

Hace 29 meses que López Tallaj regresó a República Dominicana. Asentado en Santiago, su pueblo natal, ha realizado más de 300 cirugías.

A su entender, las dominicanas residentes en Estados Unidos son más concienzudas respecto a la importancia de tener una apariencia adecuada a los tiempos que corren, donde la buena imagen juega un papel determinante tanto interna como externamente.

“Si nos sentimos aceptados por nosotros mismos y por los demás, tendremos una autoestima equilibrada. Bien sabido es que una buena imagen abre muchas puertas”, acota.

Pero lucir bien implica, según los cánones de la estética, una figura –modales e higiene aparte– bien proporcionada. ¡Vamos! Que ni falte ni sobre ni de aquí ni de allá… ni de acuyá. Y esto lo tiene bien claro López Tallaj. ¿La figura de Pamela Anderson? “Horrorosa, tiene un resultado pobre, no deseado” expresa al ser preguntado acerca de los pechos que han hecho famosa a la actriz de origen canadiense, protagonista de la serie Guardianes de la Bahía.

“No se trata de que tengas unos senos desproporcionados con relación a las medidas restantes de tu cuerpo. Se trata de que estos armonicen con el resto de la figura”, afirma.

Los procedimientos más frecuentes que realiza Tallaj son aumento de los senos, liposucciones y lipoesculturas, rejuvenecimiento orbitario, abdominoplastia y rejuvenecimiento facial.

J. V. Se comenta que es usted el médico de moda en Santiago.

L. T. (Risas). Son exageraciones. Tengo una buena demanda, tanto por parte de clientes de aquí de Santo Domingo, como de Santiago. Pero la mayoría de mi clientela proviene de la diáspora dominicana residente en Estados Unidos.

J. V. López Tallaj dice no entender este fenómeno, ya que la preocupación por una buena imagen va asociada, normalmente, al nivel sociocultural de la persona.

¿Entonces, le va muy bien, porque la mayor parte de sus ingresos los origina en dólares?

L. T. No me puedo quejar. Soy de los pocos cirujanos a los que no le falta trabajo en estos tiempos de depresión económica. Pero también hay que admitir que pudiera ir mejor.

Suena el celular del galeno y la entrevista se interrumpe.

L. T. Aló. Sí. Sí. ¿De El Caribe? Dame el número. Gracias.

Aló, buenas, con… Hola…, que tal. Es que estoy aquí en Santo Domingo y quiero pasar por ahí… Como en unos 25 minutos.

La agenda de López Tallaj está un poquito apretada. También visitará otro medio escrito para hablar de sus aportes al área de la cirugía estética. El poder mediático tras la caza de los famosos. O ¿al revés?

La pose y la sonrisa perfecta de que hace gala López Tallaj no pasan desapercibidas. La seguridad y fluidez con que habla y su mirada penetrante pasma a cualquier mortal.

J. V. ¿Qué le hace pensar que puede llegar a ser un cirujano plástico mundialmente famoso?

L. T. ¿Le parece poco lo que he hecho?

Hay que reparar en lo que dice César Mella en el prólogo del libro Aportes a la Cirugía Plástica Dominicana, escrito por López Tallaj: “Que yo sepa éste es de los pocos trabajos escritos con el ánimo de divulgar y educar en el campo de la Cirugía Plástica y Reconstructiva, cabe entonces el mérito al doctor López Tallaj de asumir esa tarea, al producir un libro que universidades, médicos y la sociedad en general deben adquirir para orientarse sobre los alcances y ventajas de una especialidad clave para la calidad de vida, explicada en un lenguaje sencillo por uno de los artistas del bisturí más exitoso de Santiago de los Caballeros”.