Los médicos de las emergencias de los hospitales públicos, principalmente del área de pediatría, pasan sinsabores  y calamidades  porque los padres llegan con sus infantes  en estado grave   y otras veces son referidos desde otros centros sanitarios del país cuando ya están  en condiciones moribundas.

Así lo contó ayer a HOY la encargada de emergencia del hospital infantil Robert Reid Cabral, Martha Fernández, quien invitó a esta reportera a observar en las condiciones en que trasladaron a un bebé con un día de nacido desde el centro hospitalario del Seguro Social de Bonao.

 “Mira cómo traen a ese paciente sin previo aviso y sin nada, a ese niño lo traen sin un médico y sin avisar”, dijo la doctora, quien atendía diligentemente cada caso que se le presentaba. José Reyes, padre del recién nacido, explicó que lo enviaron al Robert Reid porque desde que nació el sábado por cesárea no ha dejado de vomitar. Lo llevaron con un suero puesto en una ambulancia del funcionario municipal Jesús Sánchez.

Otro niño fue llevado por su madre al hospital infantil deshidratado por vómitos y diarrea. Desesperada, porque no fue atendido de una vez, su madre se marchó hacia otro centro de salud.