La Congregación de las Monjas de Gris y la Asociación de Médicos de Toronto llevan a cabo esta semana en el ingenio Consuelo, de San Pedro de Macorís, una jornada de asistencia humanitaria y sanitaria que involucra a más de 40 canadienses.

La jornada busca mejorar las condiciones de vida y de salud de los moradores de esta comunidad y lleva ya 10 años de haberse iniciado. Esta vez, el equipo de filántropo llegó al país con medicamentos valorados en un millón de dólares.

La información la ofreció el doctor Darío del Rizzo, presidente de la Asociación de Médicos del Sur de Toronto, quien cuenta con el apoyo del sacerdote Miklel Cocine, párroco de la iglesia de Sant Patric y jóvenes voluntarios del Canadá.

La labor se lleva a cabo en la clínica Divina Providencia, un centro que es dirigido por las religiosas canadienses que están de misión en el país.

La labor médica y humanitaria trabaja en la prevención, uno de los aspectos que más preocupa a los médicos son las deficiencias de la higiene, lo que acarrea infecciones diarreicas a los más pequeños.

En el caso de la inversión en medicamentos, observan que son muy costosos en el país, por lo que hacen colectas en Canadá y para traerlos a la República Dominicana porque están exentos de impuestos.

Hace 10 años, cuando llegaron a trabajar a las comunidades y bateyes del Este, les llamaba la atención la desnutrición infantil y las afecciones diarreicas.
El doctor Rizzo aseguró que la labor que realizan en el Este del país no es solo humanitaria y sanitaria, también otorgan becas para capacitación y educación de los jóvenes de la zona.