PARÍS (AFP).- El régimen Atkins, rico en proteínas y grasas, pobre en hidratos de carbono, causó graves complicaciones a una paciente, y este tipo de régimen no debería ser recomendado para adelgazar, advierten médicos en la revista médica británica Lancet.
Los médicos cuentan el caso de una paciente obesa de 40 años, hospitalizada en febrero de 2004 en el servicio de cuidados intensivos de un hospital de Nueva York después de seguir de forma estricta durante un mes el régimen Atkins y tomar las vitaminas recomendadas. Declaró que había perdido 9 kg en un mes.
Cinco días antes, la paciente había perdido el apetito, sufría náuseas y vomitaba de cuatro a seis veces diarias, explica el profesor Klaus-Dieter Lessnau (New York School of Medicine, Estados Unidos) y precisa que cuando llegó a urgencias tenía una respiración acelerada y estaba deshidratada.
Cuando el cuerpo obtiene su energía quemando mayormente grasas, más que glucosa, el proceso libera grandes cantidades de cuerpos cetónicos (acetona y sustancias químicas cercanas). La acidocetosis corresponde a una acidez sanguínea excesiva cuando los cuerpos cetónicos, producidos por el hígado, se acumulan en la sangre.
Un régimen pobre en hidratos de carbono como el régimen Atkins puede conllevar la producción de cuerpos cetónicos, señalan el profesor Lessnau y su equipo. La acidocetosis es también una de las complicaciones de la diabetes azucarada.
Los libros que explican el régimen Atkins recomiendan una vigilancia regular de la concentración de cuerpos cetónicos en las orinas, para confirmar el seguimiento del régimen, subraya el profesor Lessnau.
Nuestra paciente tenía una cetosis subyacente causada por el régimen Atkins y desarrolló una grave acidocetosis seguramente cuando su toma de alimentos se vio comprometida por una pancreatitis o una gastroenteritis, añade, y deseó que este problema esté reconocido porque este régimen gana popularidad en todo el mundo.
Los regímenes adelgazantes con bajo contenido de hidratos de carbono no son nada buenos para la salud, teniendo en cuenta su asociación con cetosa, y producen estreñimiento, halitosis (mal aliento), dolores de cabeza y cansancio general, por citar algunos efectos secundarios, advierte el doctor Lyn Steffen (Universidad de Minnesota, Minneapolis, Estados Unidos), en un comentario publicado en Lancet.
El criterio más importante de un régimen adelgazante debería ser una seguridad indiscutible, y los regímenes pobres en hidratos de carbono no responden a esta exigencia, añade, y argumenta que el régimen Atkins no corresponde a una alimentación equilibrada.