CIUDAD DEL VATICANO (EFE).- Los médicos que atienden al papa Juan Pablo II señalaron ayer que ha experimentado una mejoría y que parece haber superado los problemas que acusó los últimos días y que volvieron a disparar la preocupación y los rumores sobre su estado de salud.

   El Pontífice reapareció ayer en público durante menos de un minuto, para saludar y bendecir desde la ventana de su estudio en el Vaticano a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, y se le vio tenso y con signos de sufrimiento en su rostro.

   Pese a ello, desde el entorno del equipo médico que sigue su evolución, tras la traqueotomía que se le practicó recientemente en el Policlínico Gemelli de Roma, se difundió este miércoles la consideración de que ninguno de sus parámetros clínicos presenta visos de «preocupación».

   El malestar que sufrió el Papa al comienzo de esta semana estuvo relacionado, según esas fuentes, con los fármacos a base de hierro que se le suministraron para combatir el cuadro de anemia que presentaba.

   Su actual cuadro clínico indica que debe seguir la convalecencia con la terapia concordada entre los doctores del Gemelli y los del Vaticano, que se articula en tres frentes: los fármacos – para limitar los efectos del Parkinson, tratar la anemia y prevenir infecciones-, la rehabilitación de la voz y una dieta particular.

   Según las fuentes del entorno médico, Juan Pablo II hace varias comidas al día líquidas o semilíquidas por boca y por vía endovenosa. EFE