Médicos: bajo salario + pobre pensión= pobreza

Médicos: bajo salario + pobre pensión= pobreza

Si alguien quiere saber qué tan vulnerable y pobres es, debe preguntarse: ¿Cuánto soporta vivir sin trabajar, y mantenerse de sus ahorros? Si no es capaz de resistir 4 o 6 meses, de verdad que eres vulnerable y frágil, pero, si de verdad soporta tan solo un mes, sencillamente eres pobre.

Una persona tiene que llegar a la cuarta o quinta década de la vida con algunas condiciones materiales de existencia que le hable de vida digna, en calidad y de calidez en su vida. Es decir, alcanzar tener una vivienda decente, un trabajo del que se sienta orgulloso, de un vehículo confortable, de un estilo de vida con recreación, con salud, con ahorro para las eventualidades, y un alcance de satisfacción en el orden emocional y espiritual. Hoy encontramos al 60% de los médicos sin vivienda, con salarios que no cubren la canasta familiar, sin un buen seguro de salud, sin ahorro para la vejez y, para el colmo, con 12 a 15 mil pesos mensuales de pensión después de 30 a 40 años de servicios.

La salud y la educación son dos prioridades que explican el ascenso al desarrollo, pero, en nuestro país, son dos áreas de desigualdades sociales, y de inequidad, junto al empleo y la calidad de vida. Un médico joven no puede casarse sin la ayuda de sus padres; no puede ingresar a una clínica y equipar un consultorio por sí solo; sus ingresos no le permiten a cumular para responder a estas demandas y, para el colmo, no aplican para préstamos de la banca privada debido a los bajos ingresos.

Ahora los médicos son más vulnerables. Ahora se encuentran que las ARS son las que designan los códigos para trabajar dentro del sistema contributivo de salud, quedando cientos de especialistas fuera de los seguros médicos. La medicina pública y privada vive el S.O.S, y los trabajadores de la salud en agonía total. La elección de una profesión es para sentirse orgulloso, para disfrutar de sus conocimientos y que le permita a las personas vivir y existir con dignidad, con bienestar y felicidad. La medicina es una de las profesiones de mayor exigencia social y de mayor presión para que se viva hacia el logro del estatus social. Esa lucha constante de vivir el “parecer” ha resultado disonante para cientos de médicos.

El gobierno y el sector salud deben valorar las políticas en salud, para ofrecer una calidad y un servicio humano y decente a la población, con hospitales que brinden servicios aptos y con calidez a los pobres y excluidos sociales, con insumos y garantía de una salud preventiva y oportuna.

A los médicos hay que garantizarle sus pasantías de post-grado. Hay que incluirlos en el plan de vivienda del fondo de pensiones, y hay que aumentarle los salarios, pensionarlos en condiciones de equidad como lo hacen los políticos. Repito, bajos salario y pobres pensiones, es igual a médicos pobres e insatisfechos.

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