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POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Los médicos que atienden al joven Darío Antonio Peña Suriel trabajan con intensidad para lograr la eliminación de las células malignas que afectan la médula del paciente de 23 años de edad, informó ayer la doctora Doralisa Ramírez, hematóloga del hospital Félix María Goico.
La hematóloga expresó que el paciente está débil, como es normal, después de haber recibido el tercer tratamiento de quimioterapia.
«Nuestro paciente está estable dentro de su condición, su ánimo es envidiable y la esperanza de nosotros es que no se infecte, y que no se produzca ninguna hemorragia», sostuvo la doctora Ramírez.
En el día de ayer el paciente carecía de neutrófilos, la parte de los glóbulos blancos que tienen que ver con la defensa. «Su defensa está en el suelo, pero ese es un efecto normal de la quimioterapia», sostuvo la experta.
El paciente, que padece de una leucemia linfoblástica tipo B, está siendo preparado por los médicos para lograr su tercera remisión, o estabilidad y luego ser trasplantado en el Hospital General de la Plaza de la Salud.
En el día de ayer el paciente contestó el teléfono y como siempre aseguró que se siente bien. «Estoy esperando colocarme en estado de remisión para poder recibir mi trasplante y sé que con ayuda de Dios lo voy a lograr», dijo .
Al paciente le fueron colocados ayer factores estimulantes de colonia, a fin de que se le estimule la producción de neutrófilos y su organismo levante la defensa.
Lo médicos buscan eliminar todas las células malignas del organismo de Peña Suriel; después de esto, le harán estudios en el país y en el extranjero para determinar que ya no haya células malignas.
Son tan minuciosos los estudios y las condiciones en que deberá estar Peña Suriel, que su organismo no deberá tener ni siquiera una carie en su dentadura, expresó la doctora Ramírez.
Lo que se espera en este proceso post quimioterapia es que no haya sangrado y que el paciente esté alejado de toda posibilidad de infección.
Los linfocitos de Darío Peña Suriel están afectados producto de la quimiotepaia que está recibiendo.
Se espera que en unos siete días comiencen a producirse células nuevas; entonces habrá comenzado el proceso de remisión, momento en qque se le hacen los estudios para determinar que no haya células malignas y deberá estar lista la sala de trasplante para su trasplante de médula, explicaron sus médicos.
Para algunos expertos en el sistema de salud dominicano, Peña Suriel no debería pedir para un trasplante, pues el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) está obligado por ley a cubrir todos sus gastos.
Peña Suriel está protegido por las leyes 16-96 y 87-01 de Seguridad Social, ambas legislaciones le garantizan, por ley. la realización de un trasplante o de cualquier otro procedimiento, aunque no se hagan en el país.
El hospital Salvador B.Gautier es el más importante de la red del IDSS, pero no tiene una sala de Oncohematología. La única sala la tiene el Hospital General de la Plaza de la Salud y el procedimiento cuesta allí alrededor de un millón de pesos.
La directora de la unidad de Oncohematología del Hospital General de la Plaza de la Salud, doctora María de Jesús Benzo, prometió que si el joven logra su tercera remisión, el hospital asumiría su caso.
