Los doctores Pedro Ureña Velásquez y William Jana Tactuck calificaron ayer como criminal y descomunal la práctica de comercializar con medicamentos falsos  y  pidieron el cese de ese tipo de negocio.

Para el doctor Ureña, la diferencia entre un medicamento falso y uno verdadero es la vida o la muerte, si se trata de un paciente del área de cardiología, mientras que para Jana Tactuck, esa práctica es un viejo negocio que juega a poner en riesgo la vida de las personas y casi siempre lo consigue. Ureña dijo que los anti-hipertensivos deben ser auténticos, de lo contrario, las posibilidades de que un paciente supere un episodio son escasas.

El cardiólogo pidió a las autoridades que se resuelva ese problema, pues hay que evitar poner en peligro la vida humana.

“Eso es mandar a la gente a morir, no tengo palabras para definir una acción tan abominable”, dijo Ureña.

De su lado, el doctor Jana Tactuck, médico internista, explicó a HOY existen numerosos métodos para engañar a la gente sobre el tema de los medicamentos.

Una forma de engañar es cuando el médico indica un medicamento y el farmacéutico le dice que ese no está, pero que tiene disponible otro igual o mejor.

Explicó que también es frecuente sacar de su caja un medicamento que ya venció y ponerlo en otra, entonces el efecto será cada vez menor, hasta no hacer nada en el problema de salud de que se trate.

Dijo que lo más peligroso de los medicamentos falsificados son los que se inyectan. Consideró que ese negocio es criminal..

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La policía

Para el doctor Jana Tactuck, en el país debería crearse una policía farmacéutica que supervise los medicamentos falsos o de pésima calidad. Otra propuesta que hace el médico es que se contrate a laboratorios internacionales y de esa forma la supervisión sea mayor.

Daños serios

Esta semana el país fue estremecido por un escándalo con dos muertes de personas a las que se les administró medicamentos falsos. Se informó de la incautación de los medicamentos  y el  cierre de farmacias.