Marco de la Rosa era, según su expediente médico, un hombre saludable, asegura uno de sus médicos, el doctor Franklin Peña, internista que lo atendía con frecuencia.

Sostiene que un atleta puede sucumbir por una arritmia cardíaca, pero además por estar sometido a esfuerzos extremos que lo llevan a un paro respiratorio o cardiovascular. El tema fue tratado por los doctores Fernando Vidal, cardiólogo electrofisiólogo, y el presidente de la Federación Dominicana de Medicina Deportiva, doctor Milton Pinedo y Peña, médico que trató al empresario De la Rosa.

De la Rosa, gerente de la empresa AES Dominicana, falleció mientras se ejercitaba junto a un grupo de caminantes. La muerte súbita ocurre casi siempre por arritmias cardíacas, es decir, un desorden en el ritmo del corazón, aseguró Vidal, quien insiste en que la mayoría de las taquicardias son congénitas y algunas hereditarias. Se trata de un tipo de muerte devastadora para el entorno y la familia.

Un hombre sano. Sin embargo, no se puede establecer sin revisar el caso que la muerte de De la Rosa haya sido por una enfermedad congénita que no salía en estudios convencionales. “Se trataba de un hombre sano”, dijo Peña, su internista. Estrés. Para Peña, los deportistas manejan altos niveles de estrés y se produce incluso un engrosamiento en las paredes de su corazón, lo que puede llevarlos a un infarto.