El Colectivo Médicos por la Vida desmintió que una criatura malformada ponga en riesgo a la la madre, por lo que llamó al Ministerio de Salud Pública a investigar la muerte de la parturienta Winifer Núñez Beato, de 25 años, y con siete meses de gestación y que según familiares y grupos procausales pereció porque no le practicaron un aborto por la malformación de su niño, que también falleció.
Indicó que debe quedar claro cuáles fueron las circunstancias adversas que provocaron ese lamentable desenlace, determinar por qué murió esa paciente, si tenía una enfermedad o una condición preexistente.
“Un bebé con malformaciones que puedan sugerir o no compatibilidad con la vida, no pone en peligro a la gestante. Incluso muerto dentro del vientre, si no ha sido manipulado de manera inadecuada no presenta riesgo”, explica en un documento.
Afirmó que nuca los especialistas conocedores de las leyes yde la Constitución han dudado en actuar y activar los protocolos necesarios cuando la vida de la madre está en riesgo, que nadie niega asistencia en estos casos ni es perseguido por cumplir las reglas, aunque el niño no pueda preservarse, si hizo todo lo posible para que ambas vidas sean salvadas.
El texto consigna que debe tenerse en cuenta que cerca del tercer trimestre del embarazo, la viabilidad del feto aumenta de forma considerable en cada semana, por lo que las normas llevan a trabajar para tratar de preservar las dos vidas.
Llamó a evitar la manipulación y a no obviar datos científicos, armas usadas solo para llegar a las conclusiones que un grupo desea, y crear un debate que fortalezca la ciencia.
Expuso que las condiciones que ponen en riesgo la vida de la madre y de la criatura al momento del parto son prematuridad por rotura prematura de membrana, preeclampsia severa, contracciones, sangrados y males preexistentes.