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Por ALTAGRACIA ORTIZ G.
Los médicos generales, que deberán recibir a los pacientes como dispone el nuevo sistema de salud, no firmarán contrato alguno con las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) y ninguna instancia del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), advirtió ayer la Sociedad Dominicana de Médicos Generales.
Por su lado, el presidente del Colegio Médico informó ayer que esa entidad no acudirá a la reunión convocada mañana por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales.
El doctor Enriquillo Matos descalificó al superintendente de Salud, licenciado Fernando Caamaño, para resolver el impasse en torno a las tarifas y honorarios médicos, porque alegadamente el funcionario tiene compromiso comercial con la Medicina.
En cambio, la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (ANDECLIP) y la SISALRIL iniciaron ayer conversaciones para buscar una salida al impasse que se ha generado con el inicio del cobro a los empleados del régimen contributivo de la Seguridad Social.
Un documento entregado por Rafael Pimentel, presidente de SODOMEGES, dice: «Llamamos a todos los médicos generales del país para que se abstengan de firmar cualquier contrato relacionado con ARS y el Seguro Familiar de Salud (SFS); y a mantenernos esperando las instrucciones y decisiones emanadas de la Junta Directiva del CMD.
Los médicos insistieron en que no trabajarán por recursos mínimos, tras considerar que las autoridades diseñaron un sistema en que los médicos generales tendrán una pesada carga. «Nadie nos ha consultado, pero sí decidieron que trabajemos más por menos dinero».
Insistieron en que ellos constituyen un componente esencial del sistema de salud. La Sociedad de Médicos Generales llamó a los galenos a mantenerse alerta a los llamados de su gremio y a participar en un proceso de asambleas que iniciarán en todo el país.
ENRIQUILLO MATOS
El doctor Enriquillo Matos, presidente d el CMD, reiteró ayer que los médicos no se sumarán a la «farsa» que dijo constituye el nuevo modelo de seguridad social. Y no se reunirán con la SISALRIL, porque las decisiones en torno a los honorarios y las tarifas ya no corresponden a esa entidad, sino al Gobierno.
El galeno dijo que todos los sectores están «claros» en que la ley 87-01 está llena de debilidades. A su juicio, la gente no ha entendido la dimensión del seguro que tendrán.
Matos sostuvo que más que un seguro, lo que tendrá la clase media será un nuevo impuesto. «Es bueno que lo sepan todos, lo que se debe exigir es que a la población subsidiada que comenzó hace cinco años, todavía no ha recibido una inyección de recursos».
