El Ministerio de Medio Ambiente se ha convertido en una retranca para el desarrollo de los invernaderos, al establecer un impuesto disfrazado de tasa ambiental que, además de exagerado, es ilegal, opinó el presidente del Cluster de Invernaderos.
José Miguel De Peña explicó que se trata de un impuesto que pretende cobrar el Ministerio de Medio Ambiente por cada invernadero que se instale en el país. El gravamen oscila entre dos y cuatro millones de pesos por cada proyecto, dijo De Peña.
Este es independiente de los impuestos que pagarían los productores dueños de invernaderos en el futuro por los beneficios que obtengan del negocio, aclaró, al ser entrevistado en el programa Uno + Uno, por Teleantillas.
Dijo que el gravamen que pretende cobrar Medio Ambiente por cada invernadero que se instale es ilegal debido a que el mismo no ha sido aprobado por el Poder Legislativo, que es el órgano constitucional facultado para crear impuestos.
El Ministerio de Medio Ambiente trata de justificar el cobro de dicho impuesto bajo el argumento de que se trata de una tasa para ser utilizada en la compra de combustibles y otros gastos en que incurriría esta institución en las labores de supervisión y control de las medidas medioambientales en los invernaderos, informó el doctor De Peña.
Dijo que actualmente hay en el país 22 bioparques de invernaderos en proyecto, de los cuales once están listos para ser financiados por el Banco Nacional de la Vivienda y la Producción (BNV).
Los desembolsos no se han hecho debido a la dificultad existente entre Medio Ambiente y los productores de los invernaderos, pues los productores no están dispuestos a pagar sumas que oscilan entre dos y cuatro millones de pesos por cada proyecto a desarrollar, dijo.
Manifestó que lo más que pagarían los productores en ese sentido sería cien mil pesos por invernadero. El monto de financiamiento aprobado por el BNV para el desarrollo de los 22 invernaderos es de US$111 millones, dijo. En el país operan casi 500 invernaderos, de los cuales cerca del 20% de la producción se vende a lo interno, y el resto se exporta. Producen ajíes, tomates, pepinos, melones y fresa, entre otros, dijo.
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Otra dificultad
De Peña también denunció que los productores de vegetales están impedidos por el mismo Ministerio de Medio Ambiente de importar abejorros, unos abejones que se utilizan para la polinización del tomate e inciden en aumentar la producción del mismo. Se trata de un abejoncito que se importa en 25 países del mundo para polinizar las frutas y poder tener mayor productividad. Pero en República Dominicana Medio Ambiente no permite su importación, señaló.
Aumentaría un 40%
De Peña dijo que la producción de tomate del país aumentaría en alrededor de un 40%, si a las fincas actuales se les introduce dicho abejón.