Hoy 
Una intensa sequía ha puesto en situación de emergencia la producción agrícola en el Valle de San Juan. El temor de los productores es que todo lo sembrado -53,000 tareas- se eche a perder por falta de agua. La situación es tal que están virtualmente secos los ríos San Juan, Maguana, Mijo y Las Marías, y el embalse de la presa de Sabaneta está en unos de sus niveles más bajos de los últimos 10 años.
La intensa sequía no es exclusivamente local. Venezuela, por ejemplo, que depende mayormente de electricidad generada por presas, ha tenido que tomar medidas de emergencia por la falta de lluvias. En el Valle de San Juan la situación es crítica y el agua disponible alcanza apenas para consumo humano, lo que significa que no hay garantía para riego de la producción agrícola y para la ganadería.
En estas circunstancias, las autoridades tienen que tomar medidas de contingencia que garanticen, al menos, un aprovechamiento absoluto y un uso eficiente del agua disponible. La falta de agua es un motivo de preocupación para una región tan productiva como el Valle de San Juan, y un factor agravante es la incertidumbre de cuándo empezarán las lluvias. En otros puntos productivos del país la falta de lluvias está dibujando un cuadro similar. Se impone tomar medidas de emergencia.
¿Qué anda mal en el Semma?
El Seguro Médico para Maestros no sale de problemas. Arrastra un déficit y deudas por unos 250 millones de pesos y para sanear la situación se requiere una asignación del Gobierno o una línea de crédito que, en castellano neto, sería postergar la deuda. Por lo menos se ha sugerido la manera de sacar al Semma, temporalmente, de sus dificultades actuales, de los apremios que le impiden dar a los maestros el servicio de seguridad social que merecen.
En diciembre pasado, cuando el déficit del Semma era de 243 millones de pesos, se atribuyó la situación a muy mala administración de años anteriores, pero jamás se ha entrado en los detalles de esos malos manejos. Tampoco se ha dicho por qué, si es que ha mejorado la administración, el seguro de los maestros no ha logrado ir reduciendo su déficit ni reducido las dificultades. Un buen paso hacia la transparencia sería explicar en detalles -y sancionar si es necesario- lo que ha pasado en el Semma.
