CIUDAD DE PANAMÁ.- El presidente Danilo Medina llamó hoy a los mandatarios iberoamericanos a conectar con las aspiraciones de su población, a no defraudarlos y a pensar juntos, qué tipo de economía les permitiría lograr el bienestar de su gente.

Aseguró que tener la voluntad política para lograr un real estado de bienestar y conectar con las aspiraciones de las grandes mayorías, es lo que la población reclama de los Estados ante la realidad actual, marcada por la crisis económica y problemas de pobreza, desigualdad social e inseguridad.

“Sumemos nuestras voluntades a la de las grandes mayorías que necesitan de nuestra creatividad y nuestra audacia, para lograr un modelo de desarrollo más justo y solidario”, expresó Medina.

Las consideraciones fueron expuestas por el presidente dominicano al agotar su turno en la sesión plenaria de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno Panamá 2013.

“Lo que una vez fuera llamado “estado de bienestar” para destacar el compromiso y responsabilidad del Estado por la calidad de vida de las personas, emerge en el imaginario público y resume las aspiraciones de millones de ciudadanos insatisfechos”, indicó.

En ese sentido, recomendó a los gobiernos impulsar programas sociales que ayuden a sacar millones de personas de la pobreza y a mitigar la desigualdad.

Medina afirmó que su gobierno está haciendo lo que nunca se había hecho, trabajando para fortalecer la confianza de la población y dando pasos firmes en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. “Nos hemos comprometido con nuestra gente a ponerlos a ellos, los ciudadanos y ciudadanas, en el centro de las políticas públicas”, enfatizó.

La economía al servicio de la gente. Danilo Medina consideró propicia XXIII Cumbre Iberoamericana para que los gobernantes analicen sus realidades nacionales y el contexto global en que se producen sus esfuerzos de desarrollo, los que podrían ir en sentido contrario de la noche a la mañana, a causa de acontecimientos externos provocados por la falta de fiscalización del sector financiero, entre otros.

Puso como ejemplo la crisis desatada en 2008, que afectó y aún afecta mundial por la ausencia de supervisión estatal al sector financiero y la consecuente solución, que estuvo orientada a preservar precisamente los intereses del sector financiero.

Instó a los Estados a fortalecer su poder ante el poder económico, construir administraciones más transparentes y democráticas y una economía al servicio de las personas, como está reivindicando cada día más la población de nuestros países.

“Los gobiernos no podemos desentendernos del proceso más importante en la historia reciente y dejarlo al azar o exclusivamente al mercado. Debemos buscar la forma de lograr consensos que impulsen, en primer lugar, el bienestar de la población”, señaló.