Cuando el presidente Danilo Medina levante su mano derecha para jurar por un nuevo mandato, llevará en su carpeta de tareas inconclusas temas fundamentales como el Pacto Eléctrico, el Pacto Fiscal, la modificación del Código de Trabajo y la aplicación de medidas efectivas que permitan reducir los índices de delincuencia y criminalidad del país, entre otras cosas.

Respecto a los pactos, los cuatro años transcurrieron en discusiones, comisiones y perspectivas de avances que, al final, quedaron en diálogos abiertos. Lo mismo ocurrió con la modificación del Código de Trabajo y Laboral, que llegó a la fecha límite de su meta, estancado en las discusiones.

Con relación al tema eléctrico, Medina dijo en su discurso del año 2012 que el Gobierno tenía la determinación de trabajar en tres frentes fundamentales que eran las altas pérdidas en las empresas distribuidoras, la generación de bajo costo y por último, la regulación e institucionalidad del sector.

“Nos proponemos firmar un pacto de largo plazo y cambiar radicalmente el esquema actual del subsidio”, expresó en esa ocasión.

En este tema también estuvo la promesa de general al menos 1,500 MW pero aun no están construidas las plantas a Carbón de Punta Catalina, que aportarían 750 MW.

En cuanto al tema de la seguridad, si bien es cierto que se lograron instrumentos legales para la reforma policial, los índice de delincuencia y criminalidad no sufrieron mayores cambios y la población se pasó cuatro años con las mismas quejas de inicio, agravadas con nuevas modalidades de atracos a mano armada.

Titulación. En lo relativo al Plan de Titulación de Terrenos también el Gobierno se quedó muy por debajo de la meta, que se trazó de titular 150 mil nuevos inmuebles, en cuatro años. A mayo de este año habían entregado más de 10 mil.

Sobre ese particular, el presidente Danilo Medina admitió que no cumpliría con la meta inicial porque cuando enfrentaron el problema se percataron de que para llevar el plan a efecto intervienen varios factores e instituciones, como los relativos al Poder Judicial, donde el Poder Ejecutivo no manda.

Mortalidad materna y desnutrición infantil. De manera efusiva, el presidente Danilo Medina postuló ante la Asamblea Nacional lo siguiente: “Bajaremos la mortalidad materna al menos hasta 70 por 100 mil nacidos vivos y la mortalidad en la infancia a 18 por cada mil menores de 5 años, y la de los menores de un año llevándola de 35 a 26 por 1,000, y la neonatal reducirla en al menos 40%, llevándola de 24 a 14 por cada mil nacidos vivos”. A cuatro años los números no son nada agradables: En el 2013 fallecieron 179 madres y 3,214 bebés antes de cumplir el primer año. Según las estadísticas del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública en el 2014, las muertes maternas sumaron 193 y las infantiles 3,407, y en el 2015, esas defunciones fueron 189 y 2,719 en cada categoría.

Cabe destacar en el tema de la salud que el surgimiento en el 2014 del virus de la chikungunya, con 539, 099 casos sospechosos y 10 muertes. Sin lugar a dudas fue el evento de mayor trascendencia en el momento que dejó evidenciadas las carencias del sistema de salud por la cantidad de muertes por vectores junto a la muerte de 11 niños por carencia de oxígeno en el hospital Robert Reid Cabral. También fue elemento de alarma del sistema, el virus del zika.

En cuanto a los hospitales, el primer cuatrienio de Medina encuentra con siete hospitales en construcción incluida la Ciudad de la Salud Luis Eduardo Aybar, y la readecuación de más de 56 centros de salud, pero persiste la falta de una cobertura completa y servicios de calidad para los pacientes pobres que acuden a los centros públicos.

Plan de Alfabetización. Sin desmedro de los logros alcanzados, el ambicioso plan de declarar la República Dominicana libre de analfabetismo en dos años buscaba enseñar a leer y escribir a 850 mil jóvenes y adultos, sin embargo el último informe del Plan Quisqueya Aprende Contigo tiene 591,603 egresados (70%) en un período de tres años y medio.