POR MANUEL JIMENEZ
El secretario de la Presidencia, Danilo Medina, dijo ayer que el gobierno no tiene ninguna intención de inmiscuirse en el conocimiento en el Congreso Nacional del proyecto de reforma fiscal, aunque volvió a rechazar que con la pieza se esté penalizando con más impuestos a los grupos poblacionales de menores ingresos.

Medina, entrevistado en su despacho del Palacio Nacional, reconoció que las cámaras legislativas tienen que tomarse su tiempo en el estudio, análisis y sanción del proyecto y al final tomar la decisión que consideren, como es su prerrogativa constitucional.

Pero el funcionario salió al frente a juicios externados por algunos legisladores de oposición y representantes de otros sectores, quienes entienden que con la reforma se penaliza con mayor severidad a los consumidores, en especial los de más bajos ingresos.

Reiteró que prácticamente todos los productos están actualmente gravados con el 13 por ciento de la Comisión Cambiaria, más aranceles, tributos que serán desmontados una vez entre en vigencia la reforma para dar paso al tratado de libre comercio (RD-CAFTA).

Medina dijo que sólo el café y la margarina resultarían penalizados con la reforma, pues en lo adelante se les aplicaría el 16 por ciento del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y de Servicios (ITBIS).

Insistió en que en el resto de los artículos no deben producirse aumentos de precios y en el caso de las medicinas deberán bajar su costo de manera inmediato, pues no serán gravadas ni por el ITBIS ni por aranceles.

“Todos los medicamentos importados deberían bajar de precios de inmediato”, sentenció el funcionario, al destacar que se trata de productos que ahora están gravados con la Comisión Cambiaria, impuesto que desaparece una vez entre en vigencia la reforma.

Medina aclaró que suponer que los comerciantes van a aumentar precios, ya eso es  otra cosa y que lo que dice es que no hay una razón para aumentar los precios.

 “El Congreso que la conozca (la reforma) y que tome su decisión soberana. El Poder Ejecutivo no tiene que inmiscuirse en el Congreso Nacional”, expresó Medina.

Recordó que el gobierno ha logrado un consenso con una buena parte del empresariado nacional, aunque reconoció que todavía hay cosas que se están presentando.

Pero dijo que el gobierno entendió que lo logrado era lo posible “porque complacer a todo el mundo era desarmar el proyecto”.

Dijo que el plan del gobierno es tratar de mejorar la administración y la eficiencia tributaria para aumentar la recaudación de los tributos.

“Es por eso que hemos tenido que dejar algunos impuestos para irlos desmontando en el futuro. Hemos tenido que llegar a unos acuerdos para dejar algunos impuestos que producen alrededor de RD$3,000 millones, haciendo un compromiso en la reforma para desmontarlos en tres años”, expresó el secretario de la Presidencia.

Explicó que las autoridades esperan que ese tiempo sea suficiente para introducir las mejoras para que se eficientice la administración tributaria.

Medina entiende que el Congreso Nacional está dando el tratamiento de rigor al proyecto de reforma fiscal y recomendó esperar que la comisión de Finanzas del hemiciclo, hasta donde ha sido remitida la pieza, dé a conocer sus recomendaciones.

Reconoció que esa comisión puede tomarse todo el tiempo que quiera porque no se trata de un proyecto cualquiera y recordó que al mismo Poder Ejecutivo le tomó bastante tiempo estructurarlo.

Dijo que también hay que esperar si realmente el proyecto es modificado como se ha anticipado, pues aclaró que se trata de una pieza que no busca ni un centavo adicional para el Estado.

“Esa reforma conlleva, incluso, pérdidas para el Estado dominicano”, sostuvo Medina.

De otro lado, dijo que la Comisión para el Reordenamiento del Transporte Público estará encargada de proponer y ejecutar una serie de normas para corregir el caos que existe actualmente en ese sector.