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POR ODALIS MEJIA
La Secretaría de Medio Ambiente carece de un diagnóstico biofísico, socioeconómico y ambiental de la cuenca de los ríos Ozama e Isabela, por lo que la formulación de proyectos específicos para su manejo sólo será posible cuando cuente con un estudio confiable y actualizado sobre esa zona.
Así se establece en los términos de referencia para el estudio definitivo y elaboración de plan de manejo de la referida cuenca, elaborado hace seis años y sin embargo, hasta la fecha no se ha podido realizar.
El documento señala que a pesar del evidente deterioro de los recursos naturales en la cuenca Ozama-Isabela, existen muy pocos estudios de la situación y ninguno se inscribe dentro de un plan de manejo integrado que permita soluciones efectiva a la problemática ambiental de la zona.
De acuerdo al director de Cuencas Hidrográficas de la Secretaría de Medio Ambiente, Luis Espinosa, se está a la espera de un financiamiento internacional para la ejecución de un diagnóstico acabado del área de cuenca para luego iniciar las grandes intervenciones que resultarían muy costosas. Agregó que para el próximo mes una entidad extranjera responderá la solicitud de colaborar en el proyecto.
Mientras tanto, dijo, el gobierno desde hace más de un año está trabajando en el área de conservación de la cuenca mediante la construcción de terrazas, muros de conservación, y en la reforestación a través de Quisqueya Verde, relanzado recientemente.
La Secretaría de Medio Ambiente ha establecido como importante que los problemas identificados y priorizados tomen en cuenta el parecer de los habitantes de la cuenca y que las soluciones se adapten a su realidad biofísica, socioeconómica, cultural y ambiental.
En tal sentido, los términos de referencia apuntan que se deberá identificar un mapa de la cuenca, su acceso, su hidrografía y se indicarán las viviendas existentes en la misma.
Además cita que se realizará un estudio detallado de suelos, incluyendo caracterización, uso actual, potencial y los conflictos en torno al mismo
También se deberán establecer las poblaciones del entorno con sus respectivos indicadores de natalidad, mortalidad, salud, escolaridad, ocupación, nivel de empleo y de ingresos, tenencia y estatus legal de la tierra.
Mientras que en lo relativo al plan de manejo estará orientado a procurar un uso sostenible de los recursos naturales para conseguir mejorar la calidad de vida de los habitantes de la cuenca, a través de acciones de manejo y conservación e introducción de prácticas de producción agrícola y forestal acorde con la zona.
Entre los objetivos del plan se consideran un aumento de la cobertura vegetal, control de erosión, de contaminación por prácticas agrícolas, tanto por el arrastre de partículas como por el uso de agroquímicos.
Entre las alternativas para la siembra se plantean fincas forestales para aprovechamiento maderero, fincas energéticas, árboles frutales y café. Además, agricultura orgánica, mejoramiento del sistema de riego, implementación de prácticas de conservación de suelos y manejo integral de plagas.
