LA VEGA.- La Secretaría de Medio Ambiente desmanteló la empresa de agregados Agregados y Equipos Camú, después de que supuestamente su propietario no acatara la orden de mudanza.
El desmantelamiento se produjo en medio de una manifestación de rechazo por los más de 70 obreros, que laboran en dicha empresa.
El Susecretario de Medio Ambiente Manuel Serrano se presentó al lugar con la orden, asegurando que la secretaria ha decidido ser rigurosa en la reglamentación al respeto de los márgenes de los ríos y como ustedes podrán ver, aquí se esta realizando una actividad que es totalmente nociva para el río Camú y por tanto hemos decidido desmantelar esta instalación que afecta todas las actividades de este río.
Manifestó que este proceso llegó a este estado porque su propietario se negó a acatar la orden como lo hicieron otras granceras de La Vega que se mudaron.
Por su parte el ingeniero Fernando Fernández Fernández, propietario de la fábrica, aseguró que la acción es un atropello a la libertad de trabajo, porque consideró que no está violando ninguna ley.
La ley dice que son 30 metros de la ribera de los ríos y la resolución en la que ellos se están basando es para instalaciones que traen materiales del cauce de los ríos y aquí en La Vega ninguna empresa ha sacado ningún material de los ríos, dijo.
Y agregó: Yo creo que cuando Trujilo se respetaba más, Trujillo hablaba con la gente y luego se tomaba una medida, conmigo nadie ha hablado, a mí me llegó una notificación dando un plazo de tres días, pero que en tres días no se puede hacer nada, comentó.
Fernández añadió que aún así, él dijo como una forma de obtemperar al pedido, que él estaba en disposición de mudarse pero que le dieran hasta enero porque había que hacer uno arreglos con el personal y buscar el terreno donde ubicarse, a lo que los técnicos de la secretaría se negaron.
Dijo que desde el año 1976, cuando fundó esta empresa, ningún funcionario lo había molestado, y nunca había tenido problema, hasta el sábado que fue cuando recibió la notificación dándole un plazo de tres horas.
Protesta
Al momento de hacer efectivo el desmantelamiento, los empleados lanzaban consignas de rechazo al hecho y consideraron que es una acción que dice mucho del respeto que le habían profesado al Presidente Fernández, el cual consideraban un hombre de diálogo. José Gerardo Morel, quien tiene 25 años trabajando dijo: Claro que es una violación porque no hay nada ilegal. Hemos trabajado con permiso de Medio Ambiente y con material de Minas. ¿Por qué quieren dejarnos sin el sustento para mis hijos? Aquí somos 70 empleados que se quedaran sin pan.