Medio Ambiente obstaculiza invernaderos; organismo niega

Medio Ambiente obstaculiza invernaderos; organismo niega

Productores de frutas y vegetales en invernaderos enfrentan obstáculos y demora con el Ministerio de Medio Ambiente para  la instalación de las estructuras, pero el organismo oficial asegura que la tardanza estriba en que los inversionistas no entregan los documentos de un protocolo acordado entre las partes.  

Hay ocho proyectos de bioparques de 100 mil metros cada uno paralizados por el permiso de no objeción de Medio Ambiente, requisito que exige el Banco Nacional de la Vivienda y Producción (BNV) para otorgarles los préstamos de US$5.0 millones a cada proyecto, según el presidente del Cluster de Invernaderos, doctor José Miguel de Peña.

 Esos proyectos están ubicados en Hato Mayor, Yamasá, Azua, Mao, Rancho Arriba, Higüey, Constanza y Las Cuabas, en el Distrito Nacional, los cuales deben tener rapidez de aprobación, porque las líneas de crédito se pueden perder  debido a que tienen plazos de uso. Además, esos inversionistas tienen contratos de compras a futuro de su producción programada para comienzo de agosto de 2011. “Medio Ambiente quiere otorgar a los inversionistas un permiso medioambiental, para lo cual no debe durar tanto tiempo y supervisar los proyectos con más rapidez”, sostiene De Peña. Pero también ese permiso tiene un largo formulario que exige controles de agua y de materiales plásticos con vencimiento en 5 años, entre otros. Esos son trámites  normales y  deberían obtenerse en una semana, pero Medio Ambiente se toma 3 meses y a veces más, sin ninguna respuesta a los productores.

El Cluster de Invernaderos propuso pagar RD$100,000 por el permiso de instalación de cada bioparque, pero Medio Ambiente  quiere cobrar RD$1,000,000, de acuerdo a De Peña, que dice que “en otros países no se cobra por eso”, ya que se trata de empresas que van a generar miles de empleos y  divisas para el país. En el caso de los invernaderos medianos y pequeños, los permisos los otorgan las oficinas del interior del país en donde se soliciten, pero si son  grandes son entregados en  la  sede central.  

 Otro problema.  Los dueños de invernaderos han solicitado el visto bueno de Medio Ambiente para la introducción  de abejorro u otros insectos para la polinización de sus frutas y vegetales, ya que en algunos el rendimiento es hasta un 40% más. Aseguran que esos insectos se usan en todos los países en donde hay ese tipo de producción y no se ha producido ningún tipo de percance. Los tienen en España, Chile, Brasil, México, Canadá, Estados Unidos, Colombia y otros.

“Tenemos que entender que en un mercado globalizado no puede haber inventos locales que penalicen la producción,  la productividad o la rentabilidad. Medio Ambiente no debiera convertirse en un obstáculo que impida que la industria de los invernaderos compita, opina De Peña.   El viceministro de Gestión Ambinetal, Ernesto Reyna, “está estudiando a ver cómo nos cobra mucho y no nos da una respuesta sobre una propuesta que hace más de 2 meses q            ue le entregamos y  que dice tramitó al ministro Jaime David Fernández Mirabal. Cada vez que vamos en busca de la respuesta nos dice (Reyna) que estamos esperando y que pronto viene”, narra De Peña. 

Mientras que al viceministro de Parques Nacionales, Eleuterio Martínez, el cluster le hizo una solicitud de no objeción para que permita la importación de especies benéficas para la polinización de producción en los invernaderos hace unos seis meses y  aún no ha recibido respuesta positiva ni negativa.  Parques Nacionales está estudiando si algunas de esas bacterias  e insectos benéficos pueden llegar a causar algún problema en  los parques nacionales.

El presidente del Cluster de Invernaderos opina que “no puede ser que para decirnos cómo van a ser las reglas de juego, tengan que esperar que pasen  seis meses”.    Tenemos los fondos depositados en el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV) y con dificultades de colocación de esos fondos, porque también ese banco está esperando cuál va a ser la decisión de Medio Ambiente. Ese ministerio no quiere informar cuál es su decisión y está tratando de ver cómo nos cobra unos impuestos.

Nos dirigimos al Presidente de la República, quien “ordenó a Medio Ambiente que no nos cobrara impuestos, pero no obstante ese organismo sigue tratando a ver cómo transforma el interés de cobrar impuestos y en vez de cobrar ese gravamen le cambian el nombre por el de contribución o tasa ambiental u otro”.

Medio Ambiente. En la sede central de esa institución no hay ningún expediente completo pendiente  de aprobación, afirma de manera categórica la viceministra Rosa Urania Abreu. Dice que en las oficinas de Medio Ambiente hay 11 proyectos de invernaderos registrados, sólo uno de los cuales está completo y que para aprobarlo sólo falta que el inversor lo publique en un periódico de circulación nacional.

Hasta recientemente Medio Ambiente no participaba en la instalación de los invernaderos, como está ocurriendo con otros sectores. Los financiamientos están exigiendo permisos ambientales. Por eso el Cluster de Invernaderos vino aquí, porque necesita que este organismo le otorgue  autorización ambiental. No teníamos un protocolo para ese sector nuevo. Creamos una comisión especial para hacer un protocolo bajo el marco de la Ley de Medio Ambiente que tiene reglamentos, por lo que no podemos actuar como nos parezca. A los invernaderos les hemos dado un tratamiento especial.      

Los invernaderos pequeños tienen un tratamiento más fácil en Medio Ambiente con un proceso no más de dos meses,  pero los invernaderos grandes necesitan un tratamiento distinto.

A estos les corresponderían unos términos de referencia para una declaración de impacto ambiental y para facilitarle las cosas les asignamos una ficha ambiental para que complementen los datos que nos interesa evaluar sobre  la actividad que   van a hacer, más sencillo para darle mejor facilidad a ese sector.

Además les diseñamos un programa de manejo que hicimos sólo para los invernaderos. Hicimos una reunión en abril con los directivos del cluster y los técnicos de Medio Ambiente y de Agricultura para explicarles el protocolo y enseñarles los requisitos que se les iban a aplicar.

Medio Ambiente “no es una oficina recaudadora. Cobramos los costos de un trabajo administrativo que hay que hacer. Nuestra misión es que una actividad cumpla con los requisitos establecidos en la ley.

Según Abreu,   los proyectos están clasificados por categorías a, b, c y d, dependiendo de la magnitud del impacto esperado. “Aquí hay una resolución, que es pública, que se le  cobran RD$5,000 con un cheque certificado para registrar  el expediente, y cuando el permiso se le va a entregar al interesado, hay una fórmula pública que cualquier persona puede calcular con una tabla (fórmula con un cálculo matemático que está en nuestra página web) de acuerdo al monto de la inversión en el proyecto”. Explicó que por la oficina central del ministerio han pasado  11 proyectos y que sólo uno fue completado y  para autorizarlo espera que el inversionista lo publique en un periódico de circulación nacional.

“Nosotros no le hemos fijado el pago de ningún millón de pesos a los invernaderos grandes”.       Abreu precisa que  Medio Ambiente le ha estado dando respuestas de frente al Cluster de Invernaderos, que le hemos acogido, dado seguimiento y la colaboración que ha necesitado de nosotros. No sé cuál es el fin de esa entidad. Sin evaluar un proyecto no podemos dar una autorización ambiental de un proyecto para que un banco apruebe un financiamiento. Ninguna evaluación se hace de la noche a la mañana; se hace con información y procedimientos. Con ellos hemos agilizado los procedimientos.

La cifra

1.0 millón de pesos.  Es la suma que abría planteado el Ministerio de Medio Ambiente cobrar por el permiso medioambiental para la instalación de un bioparque u otros grandes invernaderos en cualquier punto del país.

Zoom

Abejón no

Hace mucho tiempo que Medio Ambiente le comunicó al Cluster de Invernaderos que “no aprobaba traer eso. Volvieron a introducir la solicitud. Ese abejorro se ha reportado en otros países como especie exótica potencialmente invasora y los  expertos nuestros (entomólogos) recomendaron un abejorro similar nativo. No va  el abejorro extranjero, porque estamos en  campaña para proteger nuestra biodiversidad endémica. Hay que tener mucho cuidado con la importación de especies que después puede salir más cara la sal que el chivo. Si aquí hay abejorros que pueden hacer ese trabajo de polinización en los invernaderos, para qué traer otro de fuera. Aquí se le negó ese permiso. La gente no entiende cuando se le dice que no. Hace más de un año que se le negó. Por qué desinformar. El organismo regulador para decir lo que entra y lo que no, es Medio Ambiente.

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