Meditación, oración y salud

Meditación, oración y salud

Meditar, para las tradiciones orientales, no es pensar en algo sino que por el contrario, es dejarnos estar en perfecta calma para poder observarnos a nosotros mismos.

Es la experiencia de observar nuestro cuerpo y nuestra mente sin juzgarlos.

Por eso, meditar no es algo que se aprende sino que es dejar surgir libremente lo que somos sin interferir en ello. Dejar que las cosas sean como son. Meditar es dejarse ser.

La oración nos va develando la verdad, sobre todo la verdad sobre nosotros mismos:  nos muestra cómo somos realmente, cómo somos a los ojos de Dios.

Los seres humanos solemos tener una máscara hacia fuera, hacia los demás:  mostramos lo que no somos.  Hacia adentro, hacia nosotros mismos, solemos engañarnos:  creemos lo que no somos.

Sólo en la oración descubrimos la verdad sobre nosotros mismos:  Dios nos enseña cómo somos realmente, cómo nos ve El.

«Los seres humanos hemos levantado los ojos al cielo para todo. Para que venga la lluvia, para que pare la lluvia, para que pare la guerra, para evitar más hambrunas. Las oraciones en el mundo son interminables y no imagino una forma práctica de medir los resultados. De acuerdo con la condición mundial, las oraciones no parecen ser la solución perfecta para contrarrestar los aspectos negativos en el mundo», así lo expresó, Ahmed Cooper, uno de los científicos involucrados  en el más reciente estudio científico sobre la oración.

La investigación se llevó a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Duke, donde un estudio piloto, realizado años atrás, había mostrado que algunos pacientes se beneficiaban de la oración.

«Decidimos realizar un experimento más grande a ver qué ocurría. En el primer experimento sólo utilizamos 150 personas pero ahora pudimos trabajar con 750 pacientes.

Además, enrolamos a las más reconocidas y expertas estructuras de la oración.

Los investigadores iniciaron la indagación dividiendo a los 750 pacientes en dos grupos. La separación se  hizo de forma secreta y  nadie en el centro sabía cuáles pacientes estaban en un grupo y cuáles pertenecían a otro. De esta forma, los científicos se cercioraban de que los resultados no estarían comprometidos. Los investigadores luego contactaron a distintas congregaciones religiosas para que hicieran oraciones específicas donde se les pedía a Dios que intercediera por los pacientes pertenecientes a uno de los grupos.

El otro conjunto de pacientes no tenía a nadie de estas religiones para que orara por ellos.

«Teníamos a cristianos, musulmanes, budistas y judíos orando día y noche por la salud de estos pacientes», comentó el doctor John Maltby, director del estudio. Los resultados fueron un poco desalentadores, por que tal vez no sabían cómo pedir o según algunos por falta de fe.

Importante

En el estudio

Las oraciones comenzaron el día antes de la operación y los investigadores le dieron seguimiento a ambos grupos por seis meses. Sin embargo, los resultados fueron negativos. «No encontramos ninguna relación entre las oraciones y la salud posterior de los pacientes. Tanto en el grupo placebo como en los pacientes protegidos por oración, por que el poder de la misma es cuestión de fe», explicó Maltby. Algunos teólogos ingleses participaron en el estudio que será presentado en un documental para la BBC titulado «Everyman». Para ellos, la oración está sujeta a la dosis y mientras más personas oren por alguien más probabilidades habrá de que algo positivo pase.   La oración funciona para la persona que tiene fe, pero no físicamente sino espiritual y mentalmente», dijo el Dr. Richard Sloan de la Universidad Prebisteriana de NY.

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